Eneko Fernández ha ganado la undécima edición de MasterChef tras superar en la final a su compañero Alex con un menú compuesto de tres platos inspirados en su familia, con el que ha conquistado al jurado y también al chef argentino Mauro Colagreco, chef del restaurante Mirazur, en Menton (Francia), elegido en el 2019 el mejor del mundo por la lista The 50 Best.
Antes de comenzar su andadura en la cocina, el zaragozano de 38 años se dedicaba al fútbol profesional hasta que colgase las botas en 2016 para convertirse en barista y modelo y después entrase en el concurso. Su última experiencia futbolística fue con el Tudelano, pero jugó un total de 28 partidos en Segunda y 135 en Segunda B. Algunos de ellos fueron vistiendo la camiseta del Oviedo, donde jugó dos temporadas en las que sufrió algunas lesiones, desde 2013 hasta 2015 y que coincidirían con el ascenso del club carbayón a la Segunda División, durante la temporada de 2014-15. En ella, Eneko disputó 20 partidos, 9 de ellos como titular.
Durante los últimos programas en los que se ganó el pase a la final del programa, en la que se acabaría convirtiendo ganador, tuvo la ocasión de comparar la presión del reality con sus años en el equipo ovetense, otra etapa de su vida en la que estuvo sometido a mucha responsabilidad. «En ese momento en la competición, lo pasé mal», recordó.
«En el club, la ciudad, cuando salíamos con la familia y tal...Ellos saben que lo pasé mal y que tengo una espina clavada que me hizo mucho daño en mi vida deportiva y que conseguí superar. Esa ansiedad que no te hacía brillar, que te podía la presión», confesaba el cocinero.
Para referirse a su paso por el programa, donde ha sido un concursante destacado desde el principio por los jueces, Eneko concluía: «Esto, que me recuerda un poco a aquello, me ha venido en un momento mejor y más maduro en el que ya había encajado todos esos golpes anteriores, por eso siento que estoy llevándolo mejor y lo estoy disfrutando».
Ahora en lo personal, explicó que se encuentra viviendo uno de sus mejores momentos de su vida, ya que se encuentra formando una familia junto a su mujer y sus dos hijas, más una tercera en camino. Cuando todas ellas fueron a visitarle al programa, consiguió remover la emoción de los espectadores y el jurado incluidos, al dirigirse a su mujer Cris para declararle: «Si estoy aquí es gracias a ti». Una devoción familiar que quedó patente en el menú elegido por el exfutbolista para su duelo final.
Eneko ha vencido gracias a la elaboración de un menú compuesto por un tartar de carabinero como entrante, un pichón a baja temperatura como plato principal y un helado de chocolate blanco con pimienta y algodón de azúcar. «Es un plato que es como tú; transparente, bonito, y elegante. Te define», ha dicho uno de los jurados, Jordi Cruz.
El entrante del ganador ha sido «El amor», dedicado al primer viaje con su pareja a Tailandia, de donde ha rescatado sabores clave. El principal, llamado la «familia», por «la elegida y la que toca», mientras que el postre, bautizado como «el futuro», es un homenaje la hija que espera y su futuro como cocinero.
«Estoy orgulloso de mí mismo, se me hace rarísimo decirme estas cosas, pero realmente lo estoy», ha dicho Eneko al hacerse con el trofeo, que ha levantado junto a su mujer y sus dos hijas, tras presentar un menú que ha reflejado su evolución en el programa. «Ha sido la experiencia de mi vida», ha asegurado el exfutbolista zaragozano.
