Al Fuenlabrada le quedan dos partidos para certificar la salvación o el desastre. En el caso más positivo, todo puede acabar dentro de unas horas. Dependerá de sí mismo, pero también de otros. Si Sabadell, Teruel y Cornellá no ganan sus partidos, lo que haga el Fuenla es prácticamente irrelevante. Si los azulones ganan (llevan nueve encuentros sin hacerlo), lo que hagan estos tres sería prácticamente irrelevante. En la hipótesis más negativa, una derrota del Fuenlabrada acompañada de victorias de los otros tres no metería a los fuenlabreños en descenso, pero le dejaría empatado a puntos y con una última jornada de desfibrilador.
El contexto de este Real Unión-Fuenlabrada es claro: el horario unificado imposibilita casi por completo que este partido sea descafeinado. Tanto madrileños como irundarras se juegan la permanencia matemática, con un ojo en el Stadium Gal y el otro en hasta tres campos distintos. En el caso del Fuenla, el goal average particular o general le es favorable con el Sabadell, neutro con el Teruel y desfavorable (a falta de la semana que viene) con el Cornellá. Los rivales de estos tres equipos esté sábado son Sabadell, Osasuna Promesas y Cultural Leonesa, respectivamente.
Por tanto, en un escenario lógico, una victoria azulona dejaría matemática o virtualmente al Fuenlabrada en Primera Federación. Un broche agradable para una temporada decepcionante, pero evitaría la catástrofe del descenso. Lo que se juega en el Stadium Gal no son tres puntos, es una temporada y un futuro. La situación para los vascos es casi igual, pero peor. Tienen un punto menos que los azulones, pero esa diferencia hace un mundo. Solo ganar les da muchas opciones de certificar en casa la permanencia.
Hay un escenario en el que ambos ganar sin ganar. Es arriesgado, pero se puede dar un caso en el que, cercanos al final de los encuentros, ellos empaten, Sabadell y Teruel pierdan claramente sus partidos y el Cornellá no gane. En ese caso (probable viendo los rivales de los tres), a Fuenla y Real Unión les serviría con un empate, mejor si es a cero (sería el cuarto consecutivo para los visitantes), para mantenerse. Sería poco atractivo, pero muy plausible según avance la jornada.
El Fuenlabrada viaja a Irún con más problemas si cabe en la delantera. Al habitual, crónico y casi mortal de la falta de gol se suma la falta de efectivos. Raúl Hernández seguirá fuera por lesión; William lo hará por precaución y Sergio Benito se queda en tierra por sanción, mientras que Diego Gómez es duda. Por tanto, Fer Ruiz, Ilies y Currás son las únicas opciones naturales para la zona ofensiva. Tampoco estará Vigaray, cerrando así una temporada marcada por las lesiones y la diferencia entre las expectativas y su rendimiento.
