Iba el Fuenlabrada a San Fernando con la moral alta, tras conseguir vencer al entonces líder Racing de Ferrol dejando su portería vacía. Era un balón de oxígeno, un refuerzo anímico para convencerse de que las cosas pueden ir a mejor. El partido en Cádiz era una prueba para ver si este Fuenla, mentalmente, empezaba a crecer lejos del entorno controlado del Fernando Torres. Y la respuesta es que sí. pero no.
En los primeros veinticinco minutos vimos a un Fuenla que parecía tener la lección aprendida. Empezó tanteando el terreno, pero con el paso de los minutos demostró que otro Fuenla de visitante es posible. Presionando arriba, anticipando con acierto para recuperar balones, impidiendo las salidas del San Fernando con la pelota. Y teniendo alguna que otra ocasión por el camino. Lo más importante: sin sufrir. No había motivos para alarmarse...
...Hasta que los hubo, más creados por el propio Fuenlabrada que por el rival. Bastó un gol para cambiar toda la cara de un equipo que pasó de dominar a recular y conceder el balón al rival. Un fallo de marcaje de Bolaño costó el primer tanto y, tras dos ocasiones rápidas de los de Mere, se echó hacia atrás inconscientemente y sólo en el añadido supo volver a su versión buena. Pero, entre medias, había llegado otro gol tras un fallo al corte de Sotillos y casi un tercero con un disparo tremendo de José Carlos. Máxima rentabilidad de los gaditanos, máxima involución de los madrileños.
ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Dani Hernández; Cubero. Sotillos (Coch), Juanma, Bolaño; Javi Robles (Cristóbal), Diame (Alegría), Fer Ruiz, Barbosa (Iban Salvador); Enzo, Diego (Aguirre)
GOLES: 1-0 Rubén del Campo, min.26: 2-0 Gabri, min.36; 3-0 Raúl Caballero, min.89
ÁRBITRO: Rubén Ruipérez Marín