Según la Asociación de Consumidores, la presencia en los lineales de alimentos elaborados con materias primas de origen vegetal, pero con la apariencia de carne o pescado, es cada día más habitual, y responde a las preferencias de los veganos y de otros consumidores que desean limitar la ingesta de productos de origen animal sin renunciar por ello a una experiencia de degustación similar.
El problema surge cuando el etiquetado resulta confuso y por lo tanto engañoso para el consumidor, tal y como sucede con el producto Current Tuna que comercializa la cadena de congelados La Sirena. Porque, del mismo modo que se indica que es un producto 100% vegetal, se señala que se trata de “lomo de atún rojo congelado”, utilizando para ello un tamaño de letra similar y destacándolo con un fondo de color.
A juicio de OCU es motivo suficiente para denunciar a La Sirena ante la Agencia Catalana de Consumo por etiquetado engañoso en base al Reglamento europeo 1169/2011 y a la Ley General de Defensa de los Consumidores y Usuarios, que establecen que la información alimentaria no debe inducir a error sobre las características del producto ni sobre su naturaleza, cualidades y composición.
OCU asegura que no está en contra de este tipo de productos, pero ante la creciente confusión entre los consumidores con motivo de etiquetados confusos o engañosos en los alimentos vegetales que imitan el aspecto de alimentos animales, insta a las autoridades a:
- No permitir el uso de nombres que den a entender un origen animal, como Tuna, Chick*n o merlvza., facilmente reconocibles aunque estén en inglés. Si aparece el nombre del animal, debe ir junto a la palabra “sabor a…”, y en el mismo tamaño de letra que los aromas incluidos.
- No permitir denominaciones como “Filete”, “chorizo”, “salchicha” que están asociados a productos cárnicos. Algo que vienen pidiendo desde 2018 y Francia acaba de prohibir.
- No permitir el uso de dibujos o fotografías que muestren al animal al que intentan parecerse, ya sea ganado o pescado.