El C.F. Fuenlabrada encara la jornada 25 tras una semana diferente, al fin, desde hace meses. No ganaban desde diciembre, y hacerlo la semana pasada frente al Córdoba de una manera convincente les ha dado un plus de motivación y confianza. Además el rival, el Algeciras, no puede ser más directo e importante para dar un puñetazo encima de la mesa y salir del descenso. Hay que acompañar una victoria con otra.
Los de Alfredo Sánchez visitan el Nuevo Mirador a dos puntos de la salvación. El técnico afronta su segundo partido, con posibilidades todavía de que siga ocupando el banquillo por más tiempo. El juego y la regularidad mostrados ante el Córdoba son, por el momento, el mejor aval para él y la mejor demostración del (y para) el equipo de que se puede hacer mucho mejor de lo enseñado hasta ahora. No estarán Álvaro Bravo (lesión) ni Enzo (sanción), pero vuelven Santi Jara y Ramón Bueno.
El Algeciras, por su lado, está en una situación muy parecida a la de los fuenlabreños. Si pierde caerá al descenso, las cuentas son simples. Ha ganado uno de sus últimos cinco partidos, precisamente el último, ante la Cultural Leonesa. Los de Iván Ania están en peligro y buscarán ante su público una victoria que les aleje del peligro. Un público que no está viendo muchos triunfos de los suyos en su propia casa, por lo que exigirá mucho a un local que se la juega.
La victoria del Fuenlabrada ante el Córdoba ha despertado un sentimiento que llevaba meses escondido, y es la ilusión. Ahora, con la magia del triunfo, empieza a asomar la esperanza de que este equipo sí puede dar más de sí y, como mínimo, no tenga preocuparse de mirar hacia abajo. Se notó hace siete días y se nota hoy, y para muestra la foto que encabeza el artículo. El equipo ha dado argumentos, y la afición responde. Ahora, hay que seguir alimentando esa ilusión con más hechos. El Fuenla sigue dependiendo de sí mismo.
