Día importante el que vivirá este domingo el C.F. Fuenlabrada. Tras dos semanas jugando como visitante, con resultados y rendimientos dispares (empate en Barcelona y derrota en Ponferrada), es el momento de volver al Fernando Torres. Y hacerlo para enfrentarse a todo un gigante (y muy enemigo desde 2020) como el Deportivo de la Coruña.
Lo cierto es que este duelo no llega en un momento para que el Fuenlabrada lo afronte con plenas garantías. La semana anterior ya tuvo muchas bajas entre lesionados y tocados, y para esta hay dos lesiones más ya confirmadas. El delantero Raúl Hernández tiene una rotura del recto anterior, mientras que Carlos Vigaray se ha lesionado el mismo músculo. Se suman, por tanto, a las ausencias de Craninx, Álvaro García y Buer, y a los tocados que todavía arrastren molestias desde hace una semana.
Los resultados "acercan" un poco a los dos equipos. Mientras que el Fuenlabrada todavía no ha ganado y lleva dos puntos, el Deportivo está haciendo el camino del empate: cuatro en cinco partidos. El otro resultado fue una victoria. No perder en este inicio hace que los gallegos se sitúen con siete puntos, no muy lejos de donde les gustaría estar pero no lo suficientemente cerca.
Pronto es todavía para que se enciendan las alarmas y prendan las antorchas, pero la falta de victorias acerca ese escenario según pasan las jornadas. Las bases están puestas y parecen sólidas, no hay grandes derrotas como en temporadas anteriores, pero lo que no cambia entre temporadas son las dificultades para ganar y las lesiones (ojalá no repetir el guión completo, en el que la situación dura hasta la segunda vuelta). O llegan los triunfos, o ya conocemos la travesía de dificultades que atravesará el equipo un año más.
