Pese a que el Mundial se lleva todos los focos, las ligas siguen su curso por debajo de la segunda división. La 1ª RFEF está ya inmersa en su jornada número trece, que ha deparado para este domingo un duelo de muy mal recuerdo tanto para el Fuenlabrada como para su rival: el Deportivo de la Coruña. Dos equipos muy lejanos en la distancia, pero unidos para siempre por un triste suceso: la crisis del COVID.
La última jornada de la 2019-2020 quedó grabada para ambos. Los positivos del Fuenlabrada conocidos ya en Coruña, la suspensión del partido mientras la jornada continuaba, alterando la igualdad competitiva (el Fuenlabrada se jugaba el playoff y eso no cambió, pero el Dépor pasó de jugarse el descenso a estar descendido y de vacaciones); el juego de intereses que derivó en acciones legales, la estadía forzosa y aislada de un Fuenla enfermo en una ciudad que les odiaba...
La resolución llegó un ocho de agosto, cuando el equipo azulón tuvo los jugadores suficientes para disputar el partido. Un encuentro que ya pilló al Dépor de vacaciones y a los trece fuenlabreños (cinco del filial) con la misión de puntuar y asegurar el playoff. El final lo conocemos todos: se adelantó el Fuenlabrada con gol de Ciss, igualaron los gallegos en un rebote y un penalti por mano de José Fran en el último minuto dio la victoria a los locales. El Fuenla se quedó sin playoffs por un minuto...
Esa es la historia, que se ha recordado durante la semana por parte del vestuario coruñés y, a buen seguro, también en el fuenlabreño. Hay jugadores todavía que lo vivieron, los Cristóbal, Juanma, Iribas e Iban Salvador. Ambos vuelven a encontrarse ahora en un escenario diferente. Los dos están en 1ª RFEF, donde el Dépor suma su tercera temporada y donde volvió el Fuenla este verano. Los de Óscar Cano están a las puertas del playoff, tras ganar la mitad de sus partidos. Los de Mere Hermoso cortaron su sequía fuera de casa puntuando en Pasarón, pero está en tierra de nadie y ahora mismo tiene más cerca el descenso que la promoción a Segunda.
El Fuenlabrada necesita mantener dos claves para sacar los tres puntos ante el Deportivo: su solidez como local (quince puntos de dieciocho) y el esfuerzo defensivo que dio sus frutos ante el Pontevedra. Una buena noticia es que las lesiones siguen respetando a un club que sufrió hasta el extremo durante las tres temporadas anteriores, y sólo faltará Bravo si no hay sorpresas de última hora. En el Deportivo de la Coruña, el que vuelve es el guardameta Mackay, acompañado de Pablo Martínez que acaba de recibir el alta médica. Seguirán siendo baja Villares y Granero.
