El optimismo llega a Fuenlabrada (91-83)

El MONTAKIT Fuenlabrada ganó con solvencia a un Laboral Kutxa que solo fue mejor cuando el partido estaba sentenciado. Gran actuación coral de los de Sala, que han cuajado esta noche uno de sus mejores partidos de la temporada. Las derrotas de Manresa y Gipuzkoa aprietan aún más la zona baja y sacan al MONTAKIT del último puesto de la clasificación.

Por primera vez en toda la temporada, el MONTAKIT Fuenlabrada encadena dos victorias de forma consecutiva. Tras Gipuzkoa, hoy ha vuelto a caer otro equipo vasco, el Laboral Kutxa, que no ha podido hacer nada ante el conjunto de Jesús Sala, que incluso llegó a provocar los olés de la grada y que fue despedido con una abrumadora ovación. Afición y jugadores recuperan la sonrisa y la confianza. Fuenlabrada empieza a creer, y con actuaciones como la de hoy lo hace con toda la razón.

Salió el Fuenla enchufadísimo, jugando un baloncesto sencillo pero efectivo, moviendo el balón con criterio y encontrando tiros cómodos. Habían transcurrido solo seis minutos y el Fuenla ya doblaba a su rival en el marcador (22-11), habiendo anotado en ese tiempo 12 puntos más que en todo el primer cuarto en San Sebastían. Moussa Diagne estaba secando a Iverson, mientras que en ataque Panko y Cvetkovic aprovechaban la falta de intensidad defensiva de los vascos. A destacar los minutos del serbio, con una confianza inmensa, aportando en todas las facetas y demostrando que entre tanto cambio de jugador también ha habido buenas decisiones.

Baskonia sobrevivía gracias a un Darius Adams inspiradísimo desde el triple. A los vascos les costaba anotar, aunque poco a poco fueron entrando en el partido, hasta el punto de  irse solo cuatro puntos por debajo al final del primer cuarto (26-22). Poca diferencia para lo que hasta ese momento se estaba viendo sobre la pista.

Las sensaciones eran buenísimas, y continuaron siéndolo  en el arranque del segundo cuarto. Un parcial de 9 – 0 ponía al Fuenla 13 arriba (35-22, min. 18). El Laboral Kutxa estaba irreconocible, con dificultades para cerrar su propio rebote y perdiendo balones estúpidos, propios de un equipo falto de concentración. Algo de lo que ha pecado el MONTAKIT muchísimas veces esta temporada. Pero hoy no. Teniendo en cuenta el nivel de juego y la entidad del rival, se podía decir que el Fuenla no jugaba tan bien desde los tiempos de Casimiro, cuando estuvo tan cerca de ganar en casa en al Real Madrid.

Todo se debía a la constancia, una palabra que cuesta relacionar con el MONTAKIT pero que empieza a ser habitual con Sala. El equipo ya demostró desenvolverse bien en las dos zonas en San Sebastián, y durante la primera mitad de hoy más de lo mismo. Solo tuvo un bajón en ataque cuando los de Ibon Navarro empezaron a ser intensos en defensa, con 13 minutos de retraso. El errático ataque baskonista (salvo Adams, 16 puntos al descanso) compensaba las dificultades del Fuenla para anotar. El juego vistoso de los primeros minutos dejó paso a uno más trabado, aunque eso no impidió a los de Sala irse al descanso 6 arriba (43-37). Una distancia similar a la de otros muchos partidos que luego se tiró por la borda en el tercer cuarto.

Pero no, hoy no. El tercer parcial confirmó a lo grande la buena primera mitad ue había completado el Fuenla. Mientras que el Laboral Kutxa lo apostaba todo a las individualidades (James y Shengelia, principalmete), los locales seguían jugando mejor en equipo, con momentos de brillantez de secundarios como Mayo o Clark. El ala-pívot, que ya jugó muy bien la semana pasada, volvió a cuajar una enorme actuación tanto en el rebote como de cara al aro, demostrando que Sala ha conseguido recuperar el nivel que el inglés mostró al inicio de temporada.

Con Clark como estrella, el MONTAKIT afrontó el último cuarto 13 arriba (67-54). Mayo, con un triple, y Akindele con un poderoso mate, abrían el parcial definitivo. Todo se ponía de cara para el Fuenlabrada, que por una vez parecía que iba a tener un final tranquilo a su favor. Una canasta de Mayo, fundamental en la segunda parte, ponía la diferencia en 21 puntos (78-57, min.36), la máxima del encuentro. Lo mejor de todo para su equipo es que ni estaban dependiendo de Panko (a pesar de terminar con 23 puntos), ni el Baskonia estaba siendo capaz de interpretar la defensa de los de Jesús Sala. Los de Ibon Navarro estaban desquiciados. Ni podían atacar con fluidez, ni podían defender sin hacer falta. Definitivamente no era su día, superado en casi todo momento por un equipo con muchas más urgencias y, por tanto, con más ganas de ganar.

Con algo más de tres minutos por jugar hubo un amago de remontada por parte vitoriana, pero la renta era tan grande que el Fuenla no sufrió en exceso para sumar su segunda victoria consecutiva, algo que no había pasado en toda la temporada. Como tampoco había pasado ver al equipo jugar tan seguro, tan concentrado y calmado. Jesús Sala ha cambiado por completo a un equipo que ha sacado lo mejor de sí mismo cuando más debía. Aún le queda mucho camino por recorrer, pero el estado de optimismo ya está instaurado en Fuenlabrada.

91 - MONTAKIT Fuenlabrada (26+17+24+24): Díaz (-), Cvetkovic (11), Panko (23), Clark (17) y Diagné (3) -quinteto inicial- Mayo (19), Akindele (6), Sanz (2), Vega (-), Miso (10), Smits (-).

83 - Laboral Kutxa Baskonia (22+15+17+29): Adams(16), Causeur (10), Hopson (2), Shengelia (13) y Iverson (13) -quinteto inicial- James (17), Tillie (5), Begic (7).

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