Baloncesto Fuenlabrada 81 – 67 Gipuzkoa Basket: Semana de salvación, ¿Casimiro renovación?

El Fuenlabrada, virtualmente salvado gracias a una victoria que se fraguó en la segunda mitad. Cabezas, Feldeine y Panko destacan en el que es el tercer triunfo consecutivo en el Fernando Martín, algo que no se conseguía desde 2011. Decepcionante actuación de Jason Robinson por parte del conjunto vasco.

Los aficionados del Baloncesto Fuenlabrada ya no tendrán que rezar más en los próximos días. No porque la Semana Santa toque a su fin, sino porque lo que de verdad acaba es el sufrimiento de su equipo por lograr la ansiada permanencia.  Solo falta que las matemáticas confirmen lo que desde esta noche es un hecho evidente, que el conjunto madrileño no será uno de los dos equipos que descienda este año a la Adecco Oro. Bueno, los dos equipos que ahora mismo descenderían puede que no lo hagan (en fin, la Liga Endesa y sus cosas), pero la noticia es que el Baloncesto Fuenlabrada no lo hará por motivos deportivos. Y todo gracias a su victoria de hoy ante el GBC, que confirma varias cosas. La primera, que James Feldeine es un espectáculo en el Fernando Martín y solo en el Fernando Martín. La segunda, que Carlos Cabezas disfruta de los últimos cuartos como los madridistas del gol de Bale. La tercera, que Andy Panko tiene que jugar de cuatro sí o sí. Y por último y quizá más importante, lo primero que debería hacer la directiva nada más se certifique la salvación es ofrecerle un contrato a Luis Casimiro, gran culpable de la metamorfosis de este equipo.

Empecemos por Feldeine, que una vez más comenzó el partido demostrando que domina cualquier aspecto del juego. Defiende, ataca, anota de tres, roba, asiste… Ay, dónde estaría el Fuenlabrada si hiciese lo mismo fuera de casa… Pero no era tiempo de lamentarse y hacerse preguntas retóricas (bueno, no tan retórica, seguro que el Fuenlabrada  estaría más arriba), sino de ver como se apagó la luz para su equipo una vez que él bajó el ritmo. Una circunstancia que aprovechó el GBC para irse en el marcador de una forma preocupante para ser el primer cuarto (13-22). Un triple de Robinson desató el cabreo monumental que tenía encima Casimiro con la actitud defensiva de su equipo. Tiempo muerto y parcial de 4-0 para apretar el marcador. Nada como una buena bronca para espabilar a los jugadores. Por desgracia para el técnico fuenlabreño, el eterno Javi Salgado metía una canasta sobre la bocina y volvía a aumentar la ventaja al final del primer parcial (19-24).

Con Panko bastante fallón surgió Paunic para anotar dos triples seguidos al inicio del segundo cuarto. En época de milagros y resurrecciones, el Fernando Martín asistió a una en directo viendo como el serbio volvía a ser importante en un partido tras varias jornadas desaparecido. Pero sus esfuerzos eran inútiles, sobre todo porque cada vez que el aro escupía un tiro del GBC se mascaba la tragedia entre la defensa fuenlabreña. A veces no tenían ni que saltar los de Sito Alonso para coger el rebote, aprovechándose de las dudas locales. De ello se aprovecharon Doblas (jugador que, como el vino, mejora con los años) y Will Hanley que, con seis puntos seguidos, puso a su equipo diez arriba (27-37). El pabellón se desesperaba al ver cómo sus jugadores eran incapaces de cerrar el rebote (buen momento para aclarar que Moussa Diagne finalmente no jugó) de la misma forma que sonreía al ver cómo solucionaban la situación con un parcial de 10-2 que dejaba el marcador al descanso en un apretado 37-39.

Con Paunic, Feldeine y Panko de inicio en el tercer cuarto,  Casimiro lanzó un mensaje claro. Quería puntos y los quería ya. El final del segundo parcial había dejado a un GBC dubitativo, menos cómodo que durante los primeros diez minutos y Casimiro buscaba con sus principales armas ofensivas incrementar el ritmo de juego y de anotación. Y lo consiguió de forma sobresaliente gracias a los puntos del trío antes mencionado, cuyo acierto permitió a su equipo coger las primeras ventajas significativas a su favor.  Ventajas como los seis puntos de diferencia con los que finalizó el tercer cuarto (60-54).

Una renta nada despreciable teniendo en cuenta cómo había ido el partido,  pero insuficiente para respirar tranquilos ante un rival veterano, curtido en mil batallas. Pero el Fuenlabrada dio un golpe de efecto sobre la mesa y en un visto y no visto aumentó la ventaja en 12 puntos al incio del cuarto decisivo (66-54). Paunic rindiendo a buen nivel,  Jason Robinson totalmente desaparecido, el Fuenlabrada no perdiendo en un instante las ventajas con las que suele llegar al último parcial… Demasiadas cosas atípicas para un final de encuentro en el que sí se vio algo que empieza a ser una constante en los últimos encuentros, que Carlos Cabezas es el hombre de los minutos finales. Su partido hasta entonces estaba siendo realmente bueno, pero sus tres triples en el último cuarto certifican que el malagueño es un seguro de vida más allá del minuto 30, donde de verdad se deciden los partidos.

El último de sus triples puso a su equipo 16 arriba (79-63) y el encuentro pasó a ser un monólogo de Jason Robinson maquillando su mediocre actuación.

Undécima victoria de la temporada para el Baloncesto Fuenlabrada, que de esta forma encadena por primera vez desde 2011 tres victorias seguidas en el Fernando Martín. Y lo que de verdad importa, se toca con los dedos una salvación que tiene como principal artífice a Luis Casimiro.

81. Fuenlabrada (19+18+23+21): Cabezas (17), Feldeine (15), Panko (15), Arnold (4), Vargas (11) -equipo inicial-, Vega (-), Paunic (13), Pérez (4), González (-) y Montañez (2).67. Gipuzkoa (24+15+15+13): Neto (8), Cortaberria (6), Robinson (11), Ramsdell (16), Doblas (16) -equipo inicial-, Motos (-), Salgado (4), Olaizola (-) y Hanley (6).

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