Diariamente nos encontramos en situaciones en las que, para bien o para mal, lo primero que se conoce de nosotros es nuestro aspecto físico. Este debe estar cuidado en todos sus niveles: ropa, pelo, piel, postura... y por supuesto, la sonrisa.
Una buena sonrisa puede ser clave para dar una gran primera impresión. Si bien para la ropa hay muchas modas, al igual que para el pelo, la dentadura tiene un canon muy cerrado: dientes bien colocados y lo más blancos posibles. Evidentemente, sería muy intransigente huir de algunas imperfecciones, pero hay que ser conscientes de la realidad de nuestros dientes y cuidarlos.
Hábitos alimenticios que perjudican los dientes
Según la mayoría de odontólogos, hay que conocer qué alimentos nos afectan más y reducir su consumo. Un uso moderado no afectará, pero el exceso puede estropear la higiene bucal. Hay un grupo grande de productos con pigmentación llamativamente roja.
Como pasaría con nuestra camisa blanca, una de las bebidas que más manchas produce es el vino tinto. Este contiene muchos taninos, un tipo de sustancia que oscurece nuestra dentadura. Puedes consumir una copa de vez en cuando, pero con especial atención a tu cuidado bucal.
Similares al vino tinto están la remolacha, los frutos rojos y el tomate en salsa. La pigmentación se dispara en estas comidas, y si no se modera su uso el esmalte dental se verá afectado. También el vino blanco, que aunque no lo parezca, oscurece la dentadura. Precisamente por su aparente falta de peligro, la gente se relaja, y no es así. Debemos tener cuidado también con ello.
Y en las bebidas, precisamente, están los mayores riesgos. Los refrescos, sobre todo los gaseosos, afectan con violencia el diente debido a su acidez. Hay que reducir su consumo, al igual que, aunque a muchos les duela, con el café. Un truco para rebajar el efecto es la leche, que evita las placas de sarro que se podrían formar.
Nunca es tarde para la higiene bucal
Es probable que estos datos los descubras ahora. Y es posible que lleves años sin tener cuidado. Si tienes algunas manchas provocadas por la alimentación o la dentadura más oscurecida y has abierto los ojos, aún estás a tiempo de solucionarlo. El proceso de blanqueamiento dental es un proceso que funciona, pero eso sí, se debe tener mucho cuidado. Siempre con un equipo de odontólogos que te guíen podrás recibir ese tratamiento, pero siempre hay más métodos.
En conclusión, es una realidad que el cuidado de la higiene bucal es necesario, tanto por salud como por una estética que, siendo claros, nos beneficia en nuestra sociedad. Desde la clínica Doctores Benito, por ejemplo, comentan cómo la calidad de vida de los pacientes atendidos mejora claramente. Y es que, si tenemos hábitos sanos y nos revisamos puntualmente, demostraremos sin miedos una gran sonrisa. Una sonrisa que, como carta de presentación, no puede ser más efectiva.
