El claromizador es una de las piezas más importantes de los cigarros electrónicos o e-cigarrillos. Es la parte que contiene los e-líquidos, las sustancias que emiten vapor al calentarse, y que esté en contacto con la mecha y la resistencia.
Sin él, el cigarrillo electrónico no funcionaría. Es por ello que es fundamental que siempre esté en el mejor estado posible. Igualmente, hay que saber cómo mantenerlo y limpiarlo, puesto que de su conservación depende el buen funcionamiento del e-cigarrillo.
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¿Qué compone a un claromizador?
Los claromizadores están formados por un cuerpo, usualmente transparente, y por una resistencia. El cuerpo actúa como recipiente del e-líquido, mientras que la resistencia, al entrar en contacto con el calor, es la que se encarga de transformar la sustancia acuosa en vapor.
Aunque todos cumplen una misma función, existen los claromizadores de mayor o menor capacidad, con resistencias más o menos potentes, reemplazables o desechables, etc.
También hay variaciones según el tipo de rosca que tenga el claromizador, las cuales hacen la conexión con la batería. Están las roscas eGo y las 510 y la elección dependerá del tipo de batería que tenga el cigarrillo electrónico.
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Mantenimiento
En lo que se refiere a la resistencia, es recomendable cambiarla cada tres semanas. A mayor cantidad de uso, más veloz será el desgaste de la misma.
También hay que tener cuidado a la hora de rellenar el e-cigarrillo, puesto que un exceso puede quemar la resistencia y dejar inutilizado el dispositivo.
La limpieza es esencial. Para ello, se desenroscan todas las piezas del cigarro electrónico y se pasan por agua caliente. Asimismo, en caso de que uno de los componentes se estropee, debe cambiarse inmediatamente. De ese modo, la vida útil del e-cigarrillo se prolongará.
