Opinión

Reflexión electoral

Sr. Director:

A menos de una semana para la verdadera encuesta electoral, todas las que nos han dado hasta ahora no son más que ejercicios de adivinación cuando no deseos disfrazados de estadística, el futuro para los próximos cuatro años sigue tan incierto como el de algún entrenador de futbol de postín.

La "estabilidad" que dan las mayorías, para bien o para mal, parece cosa del pasado tras los durísimos últimos siete años (y digo siete porque en alguno hay que empezar), que han cargado de razones para gritar basta a cualquier ciudadano de a pié, como solían decir los añejos de la vida pública.

Si Machado siguiera entre nosotros, no tendría tan claro el número de Españas ahora

Hoy existe la España de izquierdas y de derechas, la centralista y la separatista, la del derecho a decidir por uno mismo y la que prefiere esperar a que estén todos para decidir, la que mira a la renta nacional y la que mira a la renta mínima, la que teme perder sus derechos laborales (que sigue siendo mayoria) y la que no sabe aún que es trabajar con derechos....

Podríamos continuar enumerando Españas enfrentadas por parejas durante horas y llegaríamos a la misma conclusión. Aunque abundan los que gustan del enfrentamiento, la conclusión es que hoy, ante unos comicios, la gran mayoría sólo somos diversos y libres para pensar. Eso es todo.

Pero se dan hoy tantos "yo y mi circunstancia" víctimas de esta crisis, que no van a ir a las urnas por su derecho a decidir, van a ir por su necesidad de sobrevivir, cuando no decididos a "castigar a su culpable" de su situación.

Eso es lo que convierte estos comicios en inciertos. Si en el 82 todo el pais se convirtió al socialismo por un ánimo de cambio (que a la postre no salió mal) hoy se adivinan más venganzas que deseos de mejorar.

Decia Mijail Gorvachov en la época de su "perestroika" "Tengo 200 asesores económicos y sé que alguno tiene razón, pero no sé cual"

Ese es nuestro dilema, acertar con el que tiene el mejor diagnóstico poniendo lo mejor de nosotros en el empeño. No olvidemos que sólo estamos eligiendo gestor. Al fin y al cabo los políticos no son mas que la clase privilegiada de nosotros mismos, los que mandan son otros.

Roberto Nieto Campos 

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