El prófugo pertenecía a una organización criminal italiana dedicada al tráfico de drogas y la reclamación judicial estaba relacionada con el intento de homicidio de dos miembros de una organización rival en Italia a los que disparó en numerosas ocasiones.
Gracias a la rápida colaboración entre las autoridades policiales españolas e italianas -en el marco de la Red ENFAST- se pudo saber que la novia del detenido iba a coger un vuelo hasta Madrid dónde se iba a reunir con él. Las autoridades italianas advirtieron de la extrema peligrosidad del fugitivo, así como de la posibilidad de que fuera armado e intentara huir por todos los medios, así como que podría organizar dispositivos de contravigilancias para asegurarse de que nadie de su entorno pudiera ser seguido por agentes policiales.
Los investigadores españoles se coordinaron con el cuerpo policial italiano para desplegar un complejo dispositivo policial internacional que comenzó en Italia. Las autoridades italianas comenzaron siguiendo a la pareja del prófugo hasta su llegada al aeropuerto, pudiendo observar como tomaba grandes medidas de seguridad para asegurarse de no ser seguida por la policía. A su llegada a España se organizó otro dispositivo, esta vez por agentes de la Policía Nacional, para cubrir su llegada a Madrid.
Una vez aterrizó en el aeropuerto, los agentes continuaron las vigilancias hasta que llegó al destino donde se encontraba el fugitivo. Una vez se detectó la presencia del prófugo, se llevó a cabo un despliegue policial para su arresto y, tras verse sorprendido, emprendió la huída por un parque de la capital hasta que fue arrestado por los agentes, sufriendo lesiones uno de ellos durante la detención.
