Tras meses tras su pista, la presencia en España del individuo fue detectada a finales de abril en las inmediaciones de un hotel del distrito madrileño de Tetuán, donde pudo ser detenido y puesto a disposición del Juzgado Central de Instrucción.
El clan que presuntamente dirigía operaba en varios países europeos y era conocido en España desde el 2008 por la vinculación con el robo en domicilios, el tráfico de cocaína a nivel internacional además de distintos crímenes relacionados con estas actividades.
En el momento del arresto portaba documentos de identidad españoles y albanos con distintos nombres para eludir los controles policiales por lo que posteriormente, en las bases de datos nacionales e internacionales, se pudo comprobar que había utilizado hasta diez identidades distintas.