Kim Kardashian "comería caca" si eso le asegura la belleza eterna, asegura en una entrevista

No es un secreto que Kim Kardashian ha pagado para que su cuerpo llegue a tener ese look perfecto de foto, pero cuánto ha sido, todavía es un misterio. La estrella, que ha posado para la portada de la revista Allure, siempre se ha mantenido en silencio sobre este tema. Ahora revela cómo se las apaña para mantener ese aspecto tan juvenil.

A la pregunta de qué tratamientos se ha hecho en la cara, la más famosa de las Kardashian responde "Solo un poco de botox", señalándose la frente y las cejas. Sus mejillas y sus labios no llevan relleno, según la multimillonaria, y sus pestañas son todas naturales; o eso dice ella.

"Nunca me he hecho una extensión de pestañas. No me he hecho nunca nada", asegura la gurú de moda, de 41 años. "Nunca me he rellenado los pómulos, ni nunca me he rellenado los labios". Aun así, admite que la apariencia que mantiene es todo para ella. 

"Me importa. Me importa mucho lucir siempre bien", admitió la Kardashian. "Probablemente me preocupo de mi apariencia más que el 90% de la gente del planeta. No es fácil cuando eres madre y estás agotada al final de día, o estás estudiando, y yo vivo ambas situaciones. Me hago mis tratamientos de belleza normalmente por la noche. Cuando ya todo el mundo está en la cama, es cuando me hago los tratamientos de láser".

Cuando los niños están dormidos, es cuando tiene la oportunidad de cuidar su aspecto. Aun así, incluso una de las mujeres más guapas de mundo está de acuerdo con "no ser perfecta", a pesar de sus múltiples esfuerzos.

"Ya no me agobia tanto el no estar perfecta, como me pasaba antes", comentó la fundadora de SKIMS. "Odio mis manos, están llenas de arrugas y dan asco. Pero he vivido una vida donde he tenido que cambiar muchos pañales con estas manos, y he acunado a mis bebés con ellas, así que he aprendido a vivir con ellas. Hacerse mayor no significa que me vaya a olvidar de la perfección, pero llegas a un punto en el que piensas: Bueno, mi salud es más importante que cualquier otra cosa".

En una reciente entrevista con el New York Times, la empresaria y madre de cuatro niños admitió que "comería caca" si eso la aseguraba la eterna juventud. "Obviamente estaba bromeando, pero si lo pienso seriamente, puede que lo hiciese si alguien me dijera: Si te comes este cuenco de caca cada día, vas a parecer más joven", admitió, pero apuntó que sabe dónde poner la línea cuando se trata de perseguir la eterna juventud.

"Tengo 41 años. Quiero estar siempre bien de cara a los demás. Es por eso que ya he llegado a un punto donde he hecho demasiadas cosas. Demasiado relleno, demasiado pálida, demasiado maquillaje. No puede haber nada peor".

Si bien Kardashian no ha querido hablar más sobre sus posibles operaciones de estética, las redes sociales no han tardado en comentar al respecto de esta entrevista y la portada de la revista donde aparece.

"Un poco irónico que uno de los titulares sea "Belleza natural". "Tenerla en frente de ti y no presionarla para que hable sobre sus operaciones de estética más allá de haberse puesto botox, es casi irresponsable como periodista". "La ciencia tras la belleza natural poniendo a Kim Kardashian en la portada. La tontería del día".

"Estaba muy interesada en saber sobre la verdadera ciencia de la belleza natural, hasta que vi la foto de Kim Kardashia. Creo que estas revistas se creen que somos tontas". "Por fin admite haberse puesto botox, pero no todo lo demás." Seguidores de la revista han admitido públicamente cancelar la suscripción mensual a la que estaban suscritos por esta entrevista "llena de mentiras que pueden pasarle factura a las más jóvenes".

Las hermanas Kardashian y Jenner siempre han estado en el foco mediático por tratar de perpetuar unos estándares de belleza poco realistas, con grotescas ediciones en Photoshop (extremidades deformadas, ombligos que desaparece, un nacimiento del cabello perfectamente alineado). De hecho, un estudio realizado a principios de este año ha demostrado lo letal que puede llegar a ser la figura "delgada pero gruesa" que proyecta Kim Kardashian para la autoestima de una mujer media.

"Este ideal de cuerpo fue muy perjudicial para la apariencia de las mujeres, su peso y en general la satisfacción que tienen con sus propios cuerpos. Todavía representa un ideal de belleza que las mujeres identifican como amenazante y personalmente insostenible".

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