La Comunidad de Madrid se ha mostrado crítica con la decisión del Gobierno central para que las bodegas con pérdidas superiores al 30% se quedan fuera del plan de ayudas de 11.000 millones de euros. La consejera de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad del Gobierno regional, Paloma Martín, ha señalado que “carece de sentido que el sector vitivinícola que ha sufrido pérdidas cuantiosas con el cierre de la hostelería, del que depende para su subsistencia en gran medida, durante el confinamiento y las restricciones de horarios durante las pandemia, no tenga acceso a estas ayudas directas que pueden suponer la salvación para muchas empresas”.
Paloma Martín, que se reunido hoy con el presidente del Consejo Regulador Denominación de Origen Vinos de Madrid, Antonio Reguilón, para abordar la situación que atraviesa la industria del vino en la Comunidad de Madrid, ha destacado, además, que “el vino madrileño es un producto de altísima calidad que tiene por delante el reto de posicionarse en el mercado internacional como lo que es, un producto estratégico, gracias al trabajo de los viticultores y bodegueros madrileños”.
La Comunidad de Madrid cuenta con 9.000 hectáreas que se encuentran bajo el amparo de la Denominación de Origen Vinos de Madrid que agrupa más de 3.100 viticultores y más de 50 bodegas en cuatro subzonas: Arganda del Rey, Navalcarnero, San Martín de Valdeiglesias y El Molar.
