Bofetada de atención (y quién sabe si de realidad) la que recibió el Fuenlabrada en el Nuevo Vivero. Tanto los azulones como el Badajoz llegaban hasta aquí con la necesidad imperiosa de ganar, decimoquintos los madrileños, decimoctavos los extremeños.
Los tres puntos eran vitales, rompedores de dos rachas muy malas. Todo eso de la igualdad en la necesidad era sobre el papel. Sobre el césped, sólo un equipo demostró el empuje y ferocidad que te da el tener hambre. No fue el Fuenla.
Arrancaron bien los de Alfredo, pero el paso de los minutos fue degradando a un equipo que terminó la primera mitad convertido en una versión moribunda de sí mismo. Pasó de presionar bien y en campo contrario, provocar errores, cerrar salidas del rival...a ser un equipo desaparecido arriba, irrelevante en el centro y blando y fallón atrás como hace tiempo que no se veía.
Desde luego, no era el Fuenla de la etapa Alfredo Sánchez. Era el Fuenla de momentos peores (en cuanto a sensaciones, porque en cuanto a resultados hay pocos momentos peores que este).
¿Que el Badajoz trae peligro con disparos lejanos? Les siguieron dejando hueco para disparar. ¿Que regalamos balones fáciles en sitios peligrosos? Pues no hay dos sin tres. ¿Que no ganamos un duelo individual y lo hacemos todo blandito, hasta despejar? Marchando dos tazas. Cayeron el primero, el segundo y al minuto cayó el tercero.
De no ser por Craninx, que atajó dos mano a mano y tuvo buenas paradas, el Fuenla se hubiera ido al descanso con la manita en el bolsillo y la humillación en la memoria.
Del desastre pre vestuarios se pasó a la mejoría insuficiente al volver. Se fue Álvaro García, tras su primer partido realmente malo, y entró Buer. También entró Santi Jara, que mejoró lo ofrecido por Aguirre (que pasó a ser lateral). Y cuando salió Vilán, también mejoró con facilidad lo ofrecido por Fer Ruiz. Con el partido decidido, mucho tenía que hacer el Fuenla para intentar la remontada. Cumplió con una pequeña parte, que es la de tener la pelota.
La de tener las ocasiones la suspendió con creces. Un tipo de partido, el de mover la pelota sin mucho éxito, que sirve con el 0-0, pero no con un 3-0 en contra. Por cierto, Craninx volvió a lucirse y evitar el arrollamiento con varias paradas de mérito.
Tras esta derrota, sonrojante por lo que fue pero también por lo que pudo ser, el Fuenlabrada vuelve con todo merecimiento a la zona de descenso. Y no solo eso: se verá inevitablemente superado por Algeciras o Linense, que juegan entre sí. Fallar tiene consecuencias, tarde o temprano. Y haciéndolo continuamente, que lleguen tarde no es una opción. Cada vez queda menos para reaccionar...
ONCE DEL C.D. BADAJOZ: Narvaez; Juanmi García, Mariano Gómez (Malagón), Carlos Cordero; Mancuso (Francis Ferrón), Alfaro, Buyla (Palma), Calderón (Mas), Adilson, David Soto (Zelu), Santamaría
ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Craninx; Iribas (Cubero), Sotillos, Coch, Barbosa (Santi Jara); Álvaro García (Buer), Ramón Bueno, Fer Ruiz (Vilán), Aguirre (Manu Lama); Iban Salvador, Diego
ÁRBITRO: Germán Cid Camacho
GOLES: 1-0 Adilson, min.25; 2-0 Barbosa, min.41; 3-0 Santamaría, min.43
