Se acabó la temporada. La 2023-2024 ha bajado el telón para todos los equipos que no disputan el playoff y, por tanto, ha terminado también para el Fuenlabrada. Lo ha hecho de la mejor manera posible, dadas las circunstancias. Ha ganado su partido, que dominó y sentenció rápido en la primera mitad, y ha visto cómo el Sabadell y el Real Unión (sobre todo el Sabadell) tropezaban para dejar la permanencia certificada.
Se intuía que la jornada podía ser o muy dolorosa o muy tranquila para los azulones. Dependiendo del resto de partidos, podía descender incluso ganando o mantenerse incluso perdiendo.
Por si acaso, los de Alfredo ejecutaron el mensaje que dio su entrenador en la previa. "Estoy seguro de que vamos a ganar", dijo. Y a los ocho minutos empezaba el camino con el gol de Ilies. Un héroe esta vez, título negado en los dos partidos anteriores. Hoy no era el día de lamentarse. Recibió de espaldas, se giró y golpeó para hacer el 1-0 y allanar el camino.
No sufrió casi nada el Fuenla, tuvo tramos de dominio y, de nuevo, consiguió un penalti a su favor por unas manos dentro del área. Lo tiró Ale Galindo y, como tampoco era el día de fallar, lo mandó al fondo de la red. Antes del descanso, el partido estaba sentenciado.
La permanencia iba a ser otra cosa, dejada en manos de Real Unión, Sestao y Sabadell. Pero en lo que dependía del Fuenlabrada, cumplió con creces. Tres remates entre palos, dos goles y una parada del portero. La eficacia llegó en el último momento clave.
Al descanso, tanto la victoria azulona como la derrota del Real Unión y el empate del Sabadell dejaban la permanencia en el Fernando Torres. Dos goles en esos partidos lo hubieran cambiado todo para mal; uno o dos en otros lo habrían hecho para bien.
Pero la segunda mitad, y sus primeros quince o veinte minutos, dejaron muy claro que el escenario no iba a cambiar para mal. El Dépor puso el 3-0 sobre el Real Unión, y el Lugo se puso 3-1 con el Sabadell. Con todo sentenciado, tanto dentro como fuera del Fernando Torres, el partido y la incertidumbre terminaron mucho antes del pitido final.
Solo destacaron dos cosas, una dentro y otra fuera del césped, pero las dos tienen que ver con el futuro. Cristóbal fue sustituido y, por la forma en la que fue recibido por sus compañeros, levantados para aplaudirle, olía a que el capitán ha podido jugar sus últimos minutos con el Fuenlabrada. A falta de comunicado oficial, los hechos dieron una pista que puede aclararse muy pronto.
Fuera del terreno de juego, lo único relevante que se vivió llegó poco antes y durante el final del partido, cuando un grupo numeroso de aficionados (en su mayoría de los grupos de animación) se acercó al palco para reclamar la dimisión de la directiva.
Una situación, la de la inestabilidad institucional y la de hartazgo de la gente, que tiene que llevar a los dirigentes a una intensa revisión y planificación de cuáles son los objetivos en el futuro y qué medios se tienen para lograrlos. Al final, el Fuenla se queda y evita el desastre. Pero no se puede permitir pasar más temporadas en el alambre y viéndose superado por equipos con menor capacidad y desarrollo como club que el Fuenlabrada. Momento de pensar mucho cuáles serán los próximos pasos.
ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Belman; Sotillos, Álvaro García (Alba), Lama, Barbosa; Cristóbal (Bravo), Ale Galindo, Fer Ruiz, Currás (Buer); Sergio Benito (Diego Gómez), Ilies (Carlos Benítez)
ONCE DEL C.E. CORNELLÁ: Li Hao; Kike López (Benet), Kike Ríos, Sergio Ayala (Canario), Vergés (Vila); Tejada (Montesinos), Arranz, Armando, Robert Simon, Teddy; Pedro Soma (Andreu Hernández)
ÁRBITRO: Manuel Pozueta Rodríguez
GOLES: 1-0 Ilies, min.8; 2-0 Ale Galindo p., min.36
