Era un día clave para el C.F. Fuenlabrada. Queda nada, cinco partidos (cuatro después de este) para que se acabe la temporada. Tres de ellos pasaban por el Fernando Torres, y los tres ante rivales de su nivel. Ganarle al San Fernando significaba seguir muy vivo en la pelea por mantenerse, quizá volver a salir del descenso. Perder podía significar llevar la distancia con la salvación a más de tres puntos. Cara o cruz muy al límite para un equipo que venía del palo recibido ante el Badajoz.
El Fuenla era muy consciente desde el inicio de lo que se jugaba. Desde el corro que hicieron en el calentamiento, donde Sotillos llevó la voz cantante para encender al equipo, hasta que empezó a rodar la pelota. Los azulones fueron a por todas desde el comienzo, y encontraron premio muy pronto. A los cuatro minutos, Fer Ruiz remató a la red un córner de Barbosa.
Hasta el minuto 32, solo había un equipo y el partido pintaba muy bien. Gol a favor, ningún sufrimiento, previsión de más goles...pero llegó el minuto 32. El minuto donde, de un córner a favor, Iban Salvador regala la pelota al rival, crean la contra, y Aguirre termina haciendo falta cerca de la frontal para cortar la acción. No era el último hombre, pero el árbitro interpretó que sí. Roja para el lateral, lamento amargo de Iban por su error, y el Fuenlabrada con diez para afrontar la hora restante. Los azulones, pese a la inferioridad, consiguieron mantener el marcador hasta el descanso.
Después, todo siguió el mismo camino. Con sobresaltos, eso sí, no aptos para aficionados azulones con problemas de corazón. Con uno menos, los de Alfredo se desempeñaron todo lo que pudieron a la hora de defender, y mucho más a la hora de presionar y recuperar balones. Estaban en problemas, pero conseguían sacar opciones para atacar y crear peligro. Hasta el final, era tan probable que llegara el empate a uno como el segundo azulón. Y llegaron los dos, justo en ese orden.
El mejor del San Fernando, Biabiany, puso un gran centro más que encontró la cabeza de Ilyas, que a su vez halló la forma de mandar el balón al fondo de la red. Quedaba media hora de partido, y todo una ola de oscuridad se cernía sobre el Fuenlabrada. No había más opción que ganar, cualquier otra cosa no servía. Y quedaban treinta minutos para remar en inferioridad numérica. No pintaba bien en el marcador, y sin embargo...
...no pintaba tan mal en cuanto a juego. Pese a sufrir, porque era inevitable, en todo momento el Fuenla fue capaz de atacar. Con más o menos acierto, pero impidió que el partido se convirtiera en un monólogo visitante. De ahí que llegara el gol, a la postre salvador, de Diego García. Un acto de fe, un remate de cabeza que parecía que no podía llegar...pero la fe mueve montañas. Cabezas, en este caso. Gol, otra vez por delante y quedaba el último acto de fe (y suerte): la salvada milagrosa de Fer Ruiz para evitar el empate, que hubiera destrozado las aspiraciones de un equipo en apuros.
Llegó el final, y con él la fiesta en un Fernando Torres que era consciente de que acababan de salvar un match ball imprescindible. Con este resultado, el Fuenlabrada pasará al menos unas horas fuera de la zona de descenso, a la espera de si el Sanse vence o no al Pontevedra y el Badajoz hace lo propio con el Linares. Pero todo, después de haber cumplido con el trabajo. Primer asalto ganado.
ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Craninx; Cubero, Sotillos, Coch, Aguirre; Cristóbal, Buer, Fer Ruiz (Lama) Santi Jara (Vilán); Iban Salvador (Barbosa), Diego García (Bravo)
ONCE DEL SAN FERNANDO: Perales; Lanchi, Rafa Páez, José Carlos, Luis Ruiz; Dani Molina, (Del Campo) David Ramos (Bicho), Biabiany, Gabri (Dani Aquino); Ilyas (Callejón), Gabarre (Alfonso)
ÁRBITRO: Luis Bestard Servera
GOLES: 1-0 Fer Ruiz, min.4; 1-1 Ilyas, min.62; 2-1 Diego, min.75
