Nuevo comienzo, mismas exigencias. El C.F. Fuenlabrada sigue estando al filo del descenso tras cinco derrotas consecutivas. La situación le ha costado el puesto a su entrenador, Carlos Martínez, y a su segundo entrenador y preparador físico.
Quedan otros cinco encuentros, poco más de un mes, para estabilizar la situación. Para ello, el club se ha encomendado a la figura que ya encauzó el rumbo la temporada anterior: Alfredo Sánchez.
El entrenador madrileño vuelve para intentar algo que parece de lo más complicado: rearmar en los futbolístico y en lo psicológico al equipo de cara a puerta.
Como objetivo secundario, tiene también la misión de fortalecer anímicamente a un Fuenla que ha perdido el foco habitualmente tras recibir un golpe. Y lo más difícil de todo: tiene que hacerlo ya, rápido. No hay tiempo.
La urgencia la marca el calendario y la situación. Queda un mes de competición, y están a un punto por encima del descenso. Un descenso en el que está su rival de este sábado, el Teruel.
A solo tres puntos. Tercera oportunidad de oro para el Fuenlabrada (tras Sabadell y Rayo Majadahonda) para afianzar la permanencia ante un rival directo.
Los de Raúl Jardiel podrían salir del descenso si ganan, algo que han conseguido en dos de los últimos cinco encuentros. De hecho, solo han perdido uno de esos cinco. Sus resultados como visitante son casi todo empates, con once de quince. El Fuenla solo ha ganado seis partidos de dieciséis como local.
Alfredo Sánchez tendrá que resolver varias incógnitas en torno a la enfermería azulona. Sigue en el aire la convocatoria o no de Fer Ruiz, ausente en las últimas semanas. También Diego Gómez. La baja confirmada es la de David Alba, tras su expulsión ante la Real Sociedad B en un partido que terminó sellando la destitución de Carlos Martínez.
