Opinión

Los prólogos como subgénero literario

Foto archivo Gabriel García Márquez, Harry Ransom Center
photo_camera Foto archivo Gabriel García Márquez, Harry Ransom Center

Pensamos que el prólogo, casi olvidado de los estudios académicos y de la teoría literaria, constituye en sí, una dimensión esencial de un texto o libro. Un género en sí… 

Podríamos indicar, que el prólogo, dirige una mirada o dimensión o perspectiva, que condiciona toda la realidad social de una obra. Según quién escriba el prólogo, si es el autor, si es una personalidad importante de la especialidad del libro, sea literario o ciencia o teológico o artístico. Si en el prólogo está formado por varios prólogos y distintas firmas. Si tiene proemio. Y, no nos fijaremos en otro subgénero que es el epílogo, al final. Que antes se insertaban más, pero que ahora, diríamos ha ido desapareciendo… 

Prólogo-epílogo, son realidades textuales y contextuales, que hasta dónde sé, han estado bastantes olvidadas en la estética teórica de la teoría de la literatura, del libro, de la estética, de la teoría de las Artes... Cierto es que si buceamos en la producción bibliográfica, es obvio y evidente, que se encuentran textos, análisis, metodologías. Pero no olvidemos tampoco, que se indica que en 1901 en España se publicaron unos mil y pico libros.

Quizás, pienso siempre más, pero no se hacía con ningún sello de imprenta, con ningún número de la administración, sin ningún registro de propiedad intelectual. Por eso, piensan muchos, que a principios del siglo veinte, era más fácil ser escritor, quizás vivir de ello, era tan difícil como ahora. Pero más fácil, escribir algún libro cada dos años, y después, publicar artículos en la prensa, dónde se podrían obtener las lentejas o el bocadillo de calamares, como alguna vez indicó el gran maestro del columnismo Umbral

Pero ahora sucede, que al menos en España se publican cada año sesenta mil libros con ISBN, más otros miles solo con depósito legal, más los libros, que son libros, textos en Internet. Quién sabe si no llegaremos a cien mil cada año. En esta enorme cantidad, pues ni siquiera los sistemas de archivo y documentación quizás puedan indexarlos todos.

Si son libros realizados con sistemas reprográficos, con canutillos, algunas bibliotecas de esta sociedad y país, no diré nombres, algunas muy importantes, no le abren ficha. Es de alguna manera como si no existiesen, aunque sean el libro con más palabras del propio idioma, publicada en formato DVD, pero si el etiquetado es a mano, no tiene derecho a entrar en el índice de catálogo de fichas, una más entre millones. 

José Estebán Gónzalo, nos recuerda en un artículo largo, titulado Los prólogos de Camilo José Cela, publicado en la Revista Iria Flavia, primavera de 1999. Una interpretación o varias de CJC, una interpretación o varias de los prólogos de CJC, una interpretación o varias del concepto de prólogo. Me parece afortunadas las exégesis/concepciones/interpretaciones de JEG, en cuanto a esta temática. Pienso que necesitamos que existan TFG, trabajos fin de grado, tesis doctorales, artículos académicos/científicos sobre esta temática, y, también, modestas columnas periodísticas de opinión literarias, como esta sobre este tema. 

Algunos me indican, que realizo una especie de trabajo de minero cultural, que recupero temas y autores/as, los cito y recito que quizás están un poco olvidados. Pienso y repienso que es un comentario y análisis agradable y agradecido a mi modesto trabajo como interpretador cultural, porque al final un escritor-pensador es solo eso. La humildad y la modestia debe ser las dos grandes medallas de un ser cultural.

Sé que el divismo/dandismo/marca cultural tiene mucha importancia en España, aunque no solo sirva eso, muchos lo han intentado por ese camino, y, no todos, han sido capaces de “tomar, una cantidad, dicen de un litro de agua, absorberla de una palangana por el recto o bañarse en el estreno de un hotel, incrustarse en las láminas de agua, vestido con zapatos y traje”, y, al día siguiente estar en todos los periódicos de la época. 

Me agrada recordar a otros seres que han estado antes que nosotros, muchos son anónimos, otros, dejaron algo de color en pinceles o en plumas. De alguna manera, con nadie estás absolutamente de acuerdo conceptualmente, con casi nadie totalmente en armonía con sus posturas psicológicas o morales.

Pero creo que todos con su buena voluntad, intentaron elevar en el ascensor de la cultura, levantar una piedrecita, que otros recogiesen para formar un muro más lleno de verdad y de bien y de bondad y de belleza. Por ejemplo, este artículo de JEG recoge una temática que está semiolvidada/olvidada, yo, al recordarla, intento homenajear a este escritor, que tengo entendido que todavía respira aire, y, también recordar que existe el subgénero del subgénero literario del prólogo. 

Recuerdo para terminar, que a mí, recuerdo, no sé si con toda fiabilidad, que los prólogos sucesivos hechos por Walt Whitman a Hojas de Hierba, me llamaron más la atención, sé que sonará a herejía cultural, más que muchos de los poemas del mismo libro. Ese concepto de obra haciéndose toda la vida, que recogió-recolectó también Guillén, y, que en mí, sin saberlo, siempre ha sido mi sueño, solo una obra cultural, siempre haciéndose y rehaciéndose, siempre algo orgánico, siempre fraguándose, siempre creciendo, siempre contradiciéndose a sí misma, un enorme árbol o un enorme bosque, eso en mí, ha estado siempre muy presente, en el titulo Cuadernos o Cuadernos de la Mancha… 

Necesitamos varias tesis doctorales –además de las que existan, que estarán casi olvidadas en el submarino de las bibliotecas-, de los significados/significantes, contenidos/continentes, materia/forma, esencia/accidente del prólogo en la literatura y en la estética. ¡Despierte el mundo universitario…! 

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