Opinión

Gastro: Pisto Manchego

Pisto manchego con huevo | Mansión de las ideas
photo_camera Pisto manchego con huevo | Mansión de las ideas

Es esa combinación de pimiento, tomate, ajó, cebolla, calabacín, aunque nació de una forma más modesta. Como toda cocina popular con lo que ofrecía el campo en esa temporada.

Todo frito y refrito a trozos y trocitos, en muchos lugares, se adorna con un huevo frito por encima como un sombrero de primavera. Se ha extendido por toda la península con el nombre del substantivo y se le ha quitado el manchego. Bueno sería dar al César lo que es del César, aunque cierto es que las comidas tienen una evolución de siglos y milenios…

Dicen los entendidos que la palabra, es de origen romano, como tantas cosas, “pistare”, que significa, según la Wiki, demos al César lo que es del César, machacar, prensar o sacarle el jugo. También otros indican que deviene del latín “pistus”, -volvemos a la Wiki-, que significa machacado.

Se puede rastrear a varios siglos anteriores. Tenemos que tener en cuenta, que la carne siempre ha sido más cara y más difícil de conseguir que los vegetales, tenemos que tener en cuenta, no olvidemos, que en las tres religiones existentes en la Península, durante siglos, al menos dos, tenían muchas restricciones y normas en los platos –el cristianismo apenas ninguna-.

Si las magdalenas de Proust, le traían recuerdos de su infancia y de su abuela. Tenemos que tener en cuenta, que Proustredescubrió algo que era evidente en todos los seres humanos. Quizás, esa sea la labor y la función, o, una de ellas de la literatura, mostrarnos algo, y, enseguida todos nos damos cuenta de lo mismo.

Para una persona será el olor y el sabor de pan de su madre o abuela, el otro será el cocido, quizás aquel la tortilla, y, usted quizás, el pisto y el pisto manchego. Tenemos unidas en la cabeza más profunda, los afectos más profundos y los olores y los sabores y las comidas… Recuerdo mucho al maestro Cunqueiro en esto. Ese gran escritor y ese gran articulista y ese gran gastrónomo. Ese ser de haber nacido en Francia habría obtenido el Nóbel de Literatura, pero como nació aquí, en esta Península que mata o lleva al ostracismo a sus escritores y pensadores. Además, de las circunstancias que le tocó vivir y existir.

Esta sería de artículos y columnas periodísticas, que estoy haciendo ya varias decenas, debo confesar a usted, las razones, por las que las escribo y redacto y pienso. Primero, porque no hay que tocar siempre temas, temas los normales en el columnismo, que los normales son todos. Segundo, porque no soy un gurmet –castellanicemos el vocablo-, ni un gastrónomo, ni nunca lo seré. Soy de gustos sencillos y simples en la comida, como casi en todo. Bastante son los abismos de pensar y del pensamiento en los que siempre he estado metido.

También debo confesarlo, que opino que es una temática, no suficientemente tocada, aunque tenemos teóricos de la gastronomía, muchos y buenos, ya realicé una vez un artículo sobre ello… Camba, Galdós, Cunqueiro, Montalbán, Plà, Luján, Perucho, pereda, Palacio Valdés, Chirbes, Marqués de Villena, Ferrand, etc. Y, me digo a mi mismo, voy a redactar unas decenas de columnas sobre la gastronomía, algo concreto, especialmente, la comida popular y algo de imaginación. Para estar quizás también en un grupo dentro del columnismo…

Dicen, que en el articulismo, es muy importante, el ethos, que se divide en parte, el ethos como contenido, el ethos formal o estético y el ethos como persona y personalidad del escribiente. Le voy a ser sincero, también “gurmetizo”, porque deseo presentarme a un Premio del Articulismo Gastronómico, quizás el más importante de nuestra lengua aquí en la Península, el de Lalín, por sobrenombre Cunqueiro.

No sé, si alguna vez, mereceré ese elogio/honor/premio, tampoco sé, si esperan mucho, si tendré capacidad de respirar aire, o ya, me habré olvidado de esa costumbre. Pero en eso estoy. Dirá usted que mis columnas pueden ser, no demasiado atrayentes, pero no dirá que no soy sincero. Que entre diez o doce razones, para redactar textos sobre un tema, como ejemplo éste, uno es ganar un Premio, -aunque no se si el coche que dispongo ahora sería capaz de llegar y arribar a esos paisajes-.

Por otro lado, necesitamos que en la Mancha, vengan más persona, que al menos, se queden un día, que no las atraviesen como flechas de un lado a otro de esta Península. Que nos visiten, aunque sea un día, vean algo de nuestras sombras, algo de nuestros platos, y, quizás así nos quieran más, quizás, así, los millones que con sus cuatro ruedas atraviesan nuestros campos y almas, se queden unas horas, unos días, quizás así los de la Corte y Villa, piensen que merecemos nos visiten un par de días cada semestre, durante toda su existencia. Porque nosotros somos Mancha, Madrid es Mancha, Madrid es también España…

Cuando viajo, por una razón o por otra, por este territorio rectangular de la Mancha, con una cabeza que es Guadalajara, pero sería un rectángulo casi perfecto si se incluye Madrid, porque Madrid es también un poblachón manchego, ya saben quién dijo esa frase… hecho en falta, que en los menús de los restaurantes, tengan uno que titulen Menú Manchego o Menú de la Mancha, y, que expongan platos manchegos…

Quizás, así, los foráneos y extranjeros y visitantes y turistas, se percatarían que existe una modesta y profunda y sencilla y humilde y sabía y rica comida, en esta tierra, que lleva con nosotros siglos, y, que ha ido evolucionando. Y, que solo espera que usted acerque su yantar y su buen corazón. Paz y bien.

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