Una mentira mil veces repetida se suele convertir en la “VERDAD” más difícil de rebatir.
Pero por intentarlo que no sea, vamos a ello:
Vamos por partes:
1. Es cierto que el organismo necesita algo de glucosa (QUE NO AZÚCAR) para abastecer al cerebro. Pero bastante menos de lo habíamos pensado y sobre todo mucho menos de lo que la gente suele creer (aproximadamente 30gr/día). Es más se puede decir que necesitar glucosa y que tenga que ser suministrada de manera exógena (Externa) son términos totalmente diferentes. Si llevaras 2/3 meses con una dieta de Low Carb y te haces hacen un análisis de sangre casi fijo que la glucosa seguirá saliendo entre 70-80 debido a que el cuerpo siempre busca la homeostasis.
Casi la totalidad de glucosa que el cuerpo y cerebro necesitan, el hígado es capaz de producirla. El cuerpo es muy sabio y capaz de generar glucosa a través de un proceso llamado GLUCONEOGENESIS.
No es necesario tomar azúcar añadido que provenga de PRODUCTOS ULTRAPROCESADOS.
Me parece incomprensible y no llego a entender como el querer evitar el azúcar se pueda ver como un problema, cuando en realidad debería ser una prioridad de salud pública.
Para hacer uso de esa glucosa el cerebro no necesita insulina con lo que la cantidad es mínima. Por eso mismo los 30gr/día se están incluso cuestionando. Las neuronas es verdad que parecen preferir la glucosa pero es fácilmente obtenida en una dieta cetónica a través del glicerol que contienen los triglicéridos y aminoácidos glucogénicos. Vamos que para nada es necesario consumir HC para alimentar a las células.
De hecho si queremos hablar con propiedad el cerebro utiliza mejor los cuerpos cetónicos que la glucosa. Como es el caso del BHB (betahidroxibutirato) que por si lo desconocéis es capaz de atravesar la barrera hemato-encefalica, cosa que hasta ahora se había discutido pero ya se sabe y existe evidencia científica que así lo corrobora.
Las dietas cetónicas se están estudiando con fines terapéuticos y lo mejor de todo es que están reportando muy buenos resultados, de ahí que estén pleno auge. Véase Parkinson, Alzheimer, Cáncer, Síndrome Metabólico y etc… Estudió, Estudió, Estudio
2. Todo lo anteriormente expuesto se puede decir que va referido a población sana sin patología de por medio. Y en ese caso no hay justificación ni causa lógica para defender el consumo de galletas y demás productos superfluos en un hospital.
Y por ende si no lo es en población sana mucho menos lo va a ser en personas que sufran algún tipo de enfermedad, que requieren de un mayor cuidado de la alimentación (Priorizar la densidad nutricional) y unos mejores hábitos en general.
Nadie discute o por lo menos yo no lo hago que puedan existir situaciones y/o casos clínicos en los que se pueda necesitar glucosa vía intravenosa, preparados orales que sean glucosa en su totalidad o parcialidad de su composición. Pero no dejan de ser excepciones y no la norma general de todo un hospital.
No se va revertir una hipoglucemia con pan integral, pero tampoco creo que el protocolo o modus operandi sea con galletas, en todo caso y de recurrir a la alimentación porque no sea un cuadro muy grave sería mucho más lógico utilizar líquido (Zumo) que no sólido (galletas). Aparte que sería importante el preguntarse y saber a qué es debido la hipoglucemia, porque en un metabolismo sin alteraciones no se dan así como así.
Para defender el tema de las galletas también me han dicho que hay personas con disfagia que si son aconsejables. Yo discrepo porque hasta en ese caso habría opciones más saludables y nutritivas, ya que valdría un puré de verdura, una compota de manzana, unas natillas caseras y etc... Son casos que se cuentan con los dedos de una mano y no se puede permitir que se estructuren menús estándar que son insanos por casos puntuales.
El tema de las galletas y bollería en los hospitales aparte de por NO SER SALUDABLES, es también por el tema de intentar generar un cambio conductual y educacional.
En el año 2013 Julio Basulto hizo un artículo sobre galletas y el consumo per cápita era de 5,29 kilos por persona y año. En el año 2016 recopilando información para responder al departamento de prensa del hospital donde estaba ingresado mi padre el consumo era de 5,47 no solo no solo no había descendido sino que encima había aumentado.
Si alguien se quiere auto engañar creyendo que ese brutal consumo se debe a casos estrictamente clínicos me parece bien y está en su perfecto derecho. Pero también debe saber aceptar que le digan que está totalmente confundido/da.
Yo particularmente no veo lógico que un centro sanitario distribuya de forma estándar y rutinaria mañana y tarde las galletas y etc.. En general me parece una tremenda irresponsabilidad que se menosprecie de forma tan flagrante la alimentación/nutrición.
Lo más sensato sería apoyarse en una correcta y adecuada alimentación para intentar suplir los déficit y/o carencias que puedan existir y también porque no minimizar los efectos secundarios de los potentes tratamientos de ciertas enfermedades. Estudió, Estudió
Sin ánimo de molestar ni ofender a nadie y sin ningún tipo de acritud hacia nadie en particular. Por supuesto que estudios hay miles y para todos los gustos, yo tengo unos cuantos más, bien guardaditos. Pero yo creo que para hacernos una idea con estos vale. Espero haberme explicado.