Si la vitamina D o como se la empieza a considerar actualmente Pro-Hormona es necesaria para una buena salud ósea y muscular, reforzar el sistema inmune innato y adquirido, mitigar infecciones respiratorias, ademas de intervenir en multitud de procesos fisiológicos, es razonable pensar que unos valores que rocen el mínimo no pueden ser nada favorables.
Siendo relativamente barata, fácil de suplementar y que parece ser un tratamiento eficaz tanto en lo preventivo como en lo terapéutico para una amplia y diversa gama de enfermedades. Como es que todo dios sabe lo importante que es la mascarilla y casi nadie sabe sus valores de Vitamina D. ¿Como es que no se le da la importancia que merece?
Actualmente tenemos una vida muy de interior.
Trabajo, colegios, gimnasio, actividades extraescolares de interior, casa, luego aparte de todo eso el poco tiempo que estamos en exterior por costumbres adquiridas, ya que tendemos a huir del sol porque nos pica o molesta, o por creencias infundadas de que puede ser muy perjudicial para nuestra salud. Son más bien pocas y escasas las ocasiones que estamos en pleno contacto con la naturaleza.
El momento más propicio sería las horas centrales del día desde el inicio de otoño (octubre) y de final de invierno (marzo), pero sabemos que entre los meses de noviembre a febrero se complica muchísimo en nuestra latitud y apenas sintetizamos nada de vitamina D, debido a la oblicuidad de los rayos UV tipo B, que no logra cruzar con éxito la capa de ozono.
En la actualidad el tiempo de los niños para jugar en el exterior ha descendido un 71 % en tan solo una generación, y en general se estima que pasan un 90 % en espacios cerrados. Los niveles de contaminación no dejan de aumentar en todo planeta, el uso excesivo de cremas solares, gorras y demás prendas de vestir reducen la exposición y por ende la necesaria adquisición.
Aunque no hay cifras exactas, los expertos coinciden en que la incidencia de raquitismo infantil parece estar en claro ascenso a nivel mundial. Debemos tener muy presente que el mayor y gran aporte lo obtenemos a través de la síntesis cutánea.
Los niveles de vitamina D en sangre según la Sociedad Endocrina Internacional se clasifican en:
- Normal: Igual o mayor de 30 ng/ml (o 75 nmol/L)
- Insuficiente: 21-29 ng/ml (51 a 74 nmol/L)
- Deficiente: Inferior a 20 ng/ml (o inferior a 50 nmol/L)
En España se realizó un estudio en Madrid que incluyó a 102 niños de 9 a 13 años y se encontró un valor < 50 nmol/l en el 51% de los casos.
En otro estudio en lactantes Valencianos la media de los valores de 25(OH)D en invierno, en el grupo con lactancia materna, era 16,8 ng/ml (42 nmol/l).
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/21311425/
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/17517204/
A continuación vemos algunos ejemplos de sus posibles beneficios:
Se está acumulando evidencia de estudios observacionales, lo que sugiere que la mayoría de las muertes debidas a infecciones por SARS-CoV-2 son estadísticamente atribuibles a la insuficiencia de vitamina D y podrían potencialmente prevenirse mediante la suplementación con vitamina D.
Dada la dinámica de la pandemia de la COVID-19, se debe promover e iniciar la suplementación racional de vitamina D cuya seguridad ha sido probada en un extenso cuerpo de investigación para limitar el costo de la pandemia incluso antes de la prueba final de eficacia en la prevención de muertes por COVID-19.
https://www.mdpi.com/2072-6643/12/12/3642/htm?fbclid=IwAR2nlCGLvcMRUZ_pUoUgYqMqOP4eH1GM5A-71a6plfRLu1exOccWD58_M1
Estudio que muestra como la Vitamina D puede es un excelente inmuno-modulador capaz de suprimir selectivamente las funciones efectoras clave de los macrófagos activados por IFN-gamma. Estos hallazgos indican que la producción de 1alpha, 25 (OH) 2D3 por macrófagos estimulados con IFN-gamma podría ser un importante mecanismo de retroalimentación negativa para controlar las respuestas innatas e inflamatorias de los macrófagos activados.
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/16118315/