Ring, ring, ring, ring…!
“Está usted hablando con el Departamento de Secesiones, dependiente del Ministerio del Interior. Le advertimos de que está conversación será grabada. Por favor identifíquese tecleando los dígitos de su DNI”
Tic, tic, tic, tic, tic, tic, tic, tic
“Ahora los cuatro dígitos de su clave de acceso”
Tic, tic, tic, tic
“De acuerdo…señor Rodríguez, ¿qué desea?”
- Quiero independizarme de mi santa esposa.
“No le hemos entendido, señor Rodríguez, ¿puede volver a indicar el motivo de su llamada, alto y claro?”
- ¡Qué no aguanto más a la Sole, coño!
"De acuerdo, señor Rodríguez, le pasamos con un técnico orgánico."
(Palomitas de maíz, palomitas de maíz, tataatatata tatatatatatata, tattatatatan, tatá…palomitas de maíz, palomitas de maíz…bulerías, bulerías…) “estimamos que su conversación será atend…¡chas!”
- Buenas tardes, señor Rodríguez, mi nombre es Dulcinea de Santos, ¿en qué puedo ayudarle?
- Quiero que me informe de lo que tengo que hacer para independizarme de mi mujer.
- Lo siento señor, pero aquí solo tramitamos los casos de Independencia Institucional.
- ¿Y no sabe dónde…?
- Sí, sí, no se preocupe, le paso con el negociado de emancipaciones.
- ¡Gracias, Dulci!
(Vivir así es moriiiiir de amor, por amor tengo el alma heriiiiiiida, por amor no quiero más vida que su vidaaaa…..melancolíaaaaaaaaaaaa…¡chas!)
- Buenas tardes, le atiende Edelmiro Gonsales, ¿en qué puedo ayudarle?
- Sí, bueno, yo llamaba porque quería independizarme de mi señora.
- De acuerdo, ¿puede usted darme los dígitos de control exhaustivo? (……) ahora, señor Rodríguez, su número de filiación de la Seguridad Social.
- Pues, no lo tengo aquí ahora mismo, puede esperar un poco…
- Sí, ¿cómo no? espero, señor Rodríguez.
¿Dónde tendré yo ahora la puta tarjeta?, joder, si es que todo me lo revuelven…
- ¡Soleeeee, ¿has visto la tarjeta sanitaria por algún lado? - seguro que la habrá colocado en otro sitio…¡esa manía que tiene del orden, me crispa los nervios!, masculla.
- Y yo qué sé… tú sabrás, pero bueno, ¿pero para qué quieres ahora la tarjeta…, ¿te encuentras mal?
- Si tú supieras…., je, je – baja la voz.
- ¿Has dicho algo, Pepe?
- No, nada… ya la he visto en el cajón de las medicinas – (agarra el teléfono)
- Mire, el núm….
¡Bip, bip, bip, …biiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiip!
¡La madre que los parió, me van a oír!, ¡vaya que si me van a oír!
¡Ring, ring, ring, ring…!
“Está usted hablando con el Departamento de Secesiones…”
(Pasa el tiempo, se identifica, recibe nuevamente atención personalizada)
- Buenas tardes, señor Rodríguez, me llamo Rodrigo Manuel Suárez, ¿en qué puedo ayudarle?
- Estoy hasta los coj…¿puede, por favor, tramitarme la independencia?
- Tiene usted que decirme señor Rodríguez, de qué quiere independizarse.
- De todo, quiero independizarme de todo (se hace un silencio al otro lado del teléfono)
- Tiene usted que ser más concreto.
- Si digo de todo es de todo: del Estado, de la Autonomía, de mi pueblo….¡de mi mujer!
- Bueno, yo estoy aquí para atenderle, pero debe decirme por dónde comenzamos.
- Pues…venga, de mi pueblo, primero de mi pueblo, ¡hala!
- Lo primero que tiene usted que hacer, señor Rodríguez, es pagar las tasas, le pongo con la Sección de tributos…
- ¡Pero oiga! ¡¡¡Oigaaaaa…!!!
(Desde que llegaste ya no vivo llorando, ¡Já!, vivo cantando, ¡já!, vivo soñando, ¡já!...¡chas!)
- “Está usted llamando al Departamento de Tributos, dependiente del Ministerio de Economía. El horario de atención al público es…”
¡¡¡Cataplás!!!
¡Menuda panda de incompetentes y retrasados!, ¿pero no decían que ahora era más fácil tramitar cualquier cosa, que había ventanilla única las 24 horas?
- ¡¡¡Soleeee, ¿se puede saber dónde has puesto el mando de la tele que va a empezar el fúrbol?!!!
(Cinco minutos más tarde)
- Rafalín, dile a tu madre que aquí no se cena hasta que no termi…
¡Ring, ring, ring, ring…!
- ¡Diga!
- Le llamamos desde el Departamento de Secesiones, dependiente del Ministerio del Interior. Por favor, señor Rodríguez, para mejorar la calidad del servicio le rogamos que califique la atención recibida de uno a…
- ¡Mamá, Mamá, papá se ha vuelto loco!
- Déjalo hijo, ya se le pasará.
- Mamá, ¿por qué somos del Atleti?
