Supe de las acusaciones hechas a Plácido Domingo por un conocido, el mismo día en que trascendió la noticia a la prensa.
Me lo dijo mientras mostraba una mueca de incredulidad y, al preguntarle sobre los detalles, añadió lo que sabemos: que lo habían denunciado unas mujeres con las que había trabajado.
“Yo las creo”, le respondí, lo que hizo que aumentase su sorpresa y se pusiese en guardia. Al margen del curso de la conversación, me gustaría añadir que no entiendo el motivo de por qué alguien toma posiciones inmediatas ante una disyuntiva, sin conocer los pormenores. Lo explicaré en mi caso: porque estoy harto de ver o escuchar todos los días en las noticias los maltratos, las violaciones, las muertes… ¿Hace falta más?
Se podría pensar que podrían pagar justos por pecadores. No lo creo, sobre todo cuando, en este caso, son varias las mujeres denunciantes.
Parece que ignoramos las medidas de protección tomadas cuando se conoce un maltrato hacia la mujer: protección, teléfono que no deja rastro, ayudas económicas, etc. También parece que hemos olvidado los casos de mujeres fallecidas que ni tan siquiera habían denunciado. Creo que no es necesario extenderse más, so pena de resultar reiterativo, enumerando lo que conocemos sobradamente.
Sigue sorprendiéndome el empecinamiento de algunos por negar lo ocurrido, por posicionarse quizás mirando que ellos son hombres, una forma que no por extendida deja de resultarme curiosa y que afecta a cualquier asunto, hasta el punto de que nuestro criterio, por lo visto, se forma en función de que seamos, hombres, mujeres, españoles, cantantes o…¡vete a saber qué más!
¿Acaso el intelecto o el razonamiento funcionan necesariamente condicionados por muros excluyentes?
¡Pues mira, no!, me niego a decidir atendiendo a patrones de clase o pertenencia a cualquier grupo.
Leo en las noticias del día que el conocido director de orquesta, Zubin Mehta, dice tener roto el corazón por lo que padece Plácido Domingo.
Pero bueno…
Podría haber dicho que lamentaba la situación, sin mojarse, entendiendo su no implicación hasta que el asunto se dilucidase, ¿pero usar su altavoz público para decir esto?. ¿Y qué hay de las mujeres que, de confirmarse los hechos, han padecido las agresiones del tenor. lo que, desde mi punto, de vista éste ha confirmado al declarar que las cosas ahora no son como eran antes?
Sinceramente, no entiendo estas defensas, estos posicionamientos. Como no entiendo a quienes quieren romper con la especificidad de la ley aduciendo que también hay maltratos de otro tipo, en un intento por volver a una generalidad que tendría nefastas consecuencias en la protección que a la mujer POR SER MUJER la sociedad debe procurar, legislando y tomando medidas en un intento por acabar con esta lacra de una puñetera vez.
Me niego a pensar como varón, español, del Real Madrid, o de la sociedad inclusiva de bienes de consumo en extinción.
A buen entendedor ¡salud!
