La investigación comenzó el mes de noviembre cuando agentes de la Brigada Móvil-Policía en el Transporte recibieron la denuncia de una mujer que había sufrido acoso y agresiones sexuales en la línea C2 de Cercanías de Madrid. Los hechos se estuvieron repitiendo a lo largo de varias semanas, por el mismo varón, en el mismo recorrido del tren y sobre la misma franja horaria, que motivo que la víctima tuviera que tomar rutas alternativas y diferentes medios de transporte para acudir diariamente a su puesto de trabajo.
Los agentes, tras observar los patrones de conducta del agresor relatados por la víctima, establecieron un operativo de vigilancia en el recorrido habitual para tratar de localizar al varón, al tiempo que se realizaron distintas pesquisas de investigación que finalmente permitieron su identificación.
Una vez identificado, los investigadores averiguaron que al presunto autor le constaban antecedentes por hechos similares de la misma naturaleza, entre los que se incluían delitos de acoso a otras viajeras del transporte público. Tras localizar el domicilio del agresor, en un municipio madrileño, se estableció un dispositivo en las inmediaciones que permitió su arresto. Una vez puesto a disposición de la autoridad judicial, se le impuso una orden de alejamiento sobre la denunciante así como sobre la línea de Cercanías donde cometió los hechos.
En estos momentos la investigación continúa abierta, ya que los agentes no descartan que puedan aparecer otras víctimas tanto de situaciones de acoso como de agresiones sexuales.
