Esta actuación de los agentes cuando se pudo observar a varias personas descargando y almacenando multitud de cajas en una nave de la localidad.
Las sospechas sobre la procedencia y el contenido de los paquetes se acrecentaron por la actitud poco colaborativa de los trabajadores allí presentes, quienes indicaron a los agentes su desconocimiento sobre la mercancía.
Posteriormente, los policías pudieron hablar con uno de los encargados, quien les manifestó que habían alquilado parte del espacio de la nave para la distribución de la mercancía en camiones durante los días posteriores.
Ante el desconocimiento del encargado y los empleados sobre el contenido de las citadas cajas, los agentes procedieron a la apertura de ellas, encontrando en su interior productos falsificados. El valor de la mercancía intervenida superaría los 10 millones de euros.
