La investigación arrancó tras la información obtenida a través de la colaboración ciudadana de que era posible, previo pago, adquirir un título universitario falso a través de distintas páginas de internet. Los agentes comprobaron los pasos que debían seguir los compradores. En primer lugar, accedían a algunas delas páginas web de la organización y contactaban con los falsificadores a través de aplicaciones de mensajería instantánea. Una vez facilitada la información sobre el tipo de título, universidad, año de expedición y datos de carácter personal, realizaban un primer pago.
Posteriormente y cuando la empresa de transporte entregaba el título al comprador, este realizaba el abono del importe restante contra reembolso, a la cuenta facilitada por el falsificador. La investigación policial averiguó cómo para enmascarar estos pagos, el autor utilizaba diferentes cuentas tanto nacionales como extranjeras.
Las falsificaciones se caracterizaban por su gran capacidad técnica y su sofisticación, ya que disponía de un amplio depósito con firmas de diferentes rectores y secretarios de los centros universitarios, necesarias para ser plasmadas en las titulaciones falsificadas. Además, resultaba sumamente complicado diferenciarlas de las originales porque utilizaban programas de diseño informático especializados.
En los últimos tres años, llegó a obtener más de 50.000 euros con la venta de las titulaciones falsas por las que los clientes pagaban cifras que oscilaban entre los 300 y los 1.000 euros en función del tipo de pedido que realizasen ya que ofertaba el título universitario en formato papel, digital o certificados de expedientes académicos.
La labor desarrollada por el falsificador se extendió a cientos de clientes residentes en España quienes adquirieron títulos universitarios fraudulentos de diferentes ámbitos laborales que posteriormente emplearon para el acceso apuestos de trabajo, destacando el sector bancario o profesiones relacionadas con la administración de fincas.
La investigación, la cual continúa abierta con más de 100 investigados, culminó con la detención de cinco compradores y del principal falsificador, ubicado en una localidad de Madrid, donde tras realizar un registro domiciliario se pudo recuperar numeroso material empleado en la ela- boración de los títulos. Además también se localizó el lugar donde se imprimían los documentos falsificados.
Para evitar situaciones similares, la Policía Nacional recomienda a personas y entidades, cuando se encuentren inmersas en un proceso de contratación depersonal, hacer uso del del Registro Nacional de Titulados Universitarios Oficiales (RNTUO) del Ministerio de Universidades, donde se encuentran inscritos todos los títulos oficiales nacionales. Este Registro permite consultar a cada interesado los títulos universitarios oficiales españoles de los que es titular y, si se desea, generar códigos de autorización para que terceros también puedan consultarlos en el citado registro. Además, también es posible generar un certificado de verificación automática a través de la aplicación Carpeta Ciudadana a efectos de su presentación a entidades que pudieran requerilo.
