El estado de salud de María Teresa Campos sigue preocupando a la audiencia que por años la acompañó en cada uno de sus proyectos y que hoy tiene que conformarse con las pocas apariciones que hace la presentadora estrella de la televisión española, siempre de la mano de alguna de sus hijas.
A principios del mes de agosto una decisión de la presentadora de televisión levantó nuevamente las alarmas en torno a su estado de salud y en especial, a su estado de ánimo que se ha visto muy deteriorado desde su salida de los platós por decisión de la gerencia de Telecinco.
María Teresa Campos ha confesado sentirse “desaprovechada”, dadas las ganas que tiene de volver a la televisión. Sus hijas, Terelu y Carmen Borrego no parecen estar de acuerdo con ese interés, pues recientemente fue Carmen, la hija menor, quien dijo que su madre atravesaba un momento muy complejo, en el que dependía mucho de las personas a su alrededor, limitando todas esas actividades que antes era capaz de hacer sola.
La última decisión de María Teresa Campos de regresar abruptamente de Málaga, sin gozar de los días previstos para sus vacaciones llamaron la atención, debido a que en ocasiones anteriores el verano era de las fechas predilectas de la presentadora para desconectarse y pasar tiempo con su familia. Este año, al igual que el anterior, el verano tampoco animó a la ex presentadora de “Qué tiempo tan feliz”.
Terelu Campos fue de las primeras en compartir su pesar por el desánimo de su madre. "Me da mucha tristeza porque no veo que mi madre disfrute aquí. No sé el motivo, pero hay veces que pienso que le debe pasar algo con esta casa".
A su llegada a la casa familiar de Madrid, la presentadora de televisión vivió otro evento que le causó desesperanza y en nada guarda relación con alguien de su familia. Se trata de uno de sus empleados más antiguos, con quien además mantiene una relación de amistad muy cercana.
Gustavo Guillermo es el nombre del chófer que María Teresa Campos echa tanto de menos, así lo informó "El Español", que además aseguró que le quedaban pocos días de pena, pues el hombre ya estaría por terminar sus vacaciones a Estados Unidos, con su pareja actual.
“Gus”, como le dice cariñosamente María Teresa Campos, es tan querido como un hijo y la acompaña hace 30 años, compartiendo con ella sus momentos más felices en los platós de televisión.
Por estos días, algunos medios han manifestado la presión familiar a la que se encuentra expuesta la presentadora, a quien sus hijas y nietas no dejan sola ni por un minuto. “Hay preocupación, no ya por su edad y los achaques propios, sino por su ánimo. Está muy apática y sin ganas de casi nada".
