"Soy culpable, pero yo era el rehén de Edwin. Me tenía como rehén. Era una jaula de cristal, pero era una jaula. Me hizo destruir la relación con mi novia, me ha obligado a hacer cosas que nunca hubiera hecho". Con estas palabras, Daniel Sancho Bronchalo (29 años) reconocía a las autoridades tailandesas el supuesto asesinato de Edwin Arrieta.
Se trata, sin duda alguna, de unas de las polémicas que más ha dado que hablar durante los últimos días, un escándalo del que se siguen conociendo más detalles con el paso de los días. El hijo de Rodolfo Sancho y de Silvia Bronchalo se encuentra en prisión preventiva. Pero, ¿qué tipo de relación tenía el chef con la víctima? Conocemos los datos más reveladores.
En un primer momento, Daniel Sancho Bronchalo negó por activa y por pasiva que tuviera ningún tipo de relación con Edwin Arrieta Arteaga, y le acusó de estar obsesionado con él:
"Él estaba obsesionado conmigo . Me engañó, me hizo creer que lo que quería era hacer negocios conmigo, meter dinero en la empresa de la que soy socio. Que hiciéramos cosas juntos, que fuéramos a México, Chile, Colombia, a abrir un restaurante. Pero era todo mentira. Lo único que quería era a mí, que fuera su novio", señalaba el nieto de Sancho Gracia.
Días después, y tal y como recoge el medio The Bangkok Post, el joven cambió de versión y reconoció que sí mantuvieron relaciones íntimas.
Los detalles que se conocen sobre su supuesta relación cada vez son más y Daniel Sancho Bronchalo ha contado, con todo lujo de detalles, que tuvieron la primera toma de contacto por Instagram. En esta red social, supuestamente intercambiaron fotografías subidas de tono antes de conocerse en persona.
Meses más tarde, se vieron las caras y tal conexión hubo entre los dos, que Edwin Arrieta le prestó al joven 10.000 euros y una tarjeta de crédito para poder abrir su propio restaurante en España.
El hijo de Rodolfo Sancho no quiso continuar con Edwin y rompió lo que tenían dejando claro que "no era homosexual" y que mantenía una relación sentimental con una joven, una decisión que no gustó nada al cirujano plástico y motivo por el cual habrían comenzado las amenazas. Este supuesto acoso por parte del colombiano, provocó que Daniel planeara, paso por paso, el viaje a Tailandia para acabar con su vida.
