Esta macabra afirmación es lo que propone el creador de las gafas de realidad virtual Oculus. Su idea se basaría en las historias de ciencia ficción y series futuristas en las que se habla de este tipo de sistemas que conectan la vida virtual con la realidad humana, entre ellas, la popular serie de anime japonés Sword Art Online. En esta serie, los protagonistas quedan atrapados en un mundo virtual donde, si pierden todos los puntos, el casco que llevan colocado, llamado NeverGear, enviará ondas al cerebro que acabará por matar a su usuario.
Da verdadero miedo cómo habla Palmer Luckey, el fundador de Oculus, sobre estas nuevas gafas mortales de realidad virtual. Según Palmer: La buena noticia es que estamos a medio camino de hacer unas NerveGear de verdad. La mala es que hasta ahora sólo hemos descubierto cómo hacer que te mate. Falta la otra parte de la ecuación. Que responda a lo que pasa en la realidad virtual."
Su idea principal es provocar que el jugador no sea tan alocado al tomar decisiones en el videojuego, y piense bien qué pasos dar, qué decisiones podrán afectar a su vida, como si se tratase de su vida real, pues al final, es esta la que está verdaderamente en juego, si su dispositivo consigue llegar al punto que este "científico loco" está buscando. Parece mentira que nadie le haya querido poner freno a sus investigaciones, y el equipo que trabaja con él en Oculus lo vea de lo más normal, cuando podría tacharse de un experimento ilegal y antimoral.
Palmer ha comentado sobre cómo sería el funcionamiento de este sistema mortal de gafas de realidad virtual. Según se ha podido saber, intentó en un primer momento emular el sistema de las NerveGear, colocando un dispositivo que emitiese ondas de microondas al cerebro hasta destruirlo, pero viendo la complejidad que conllevaba, acabó decantándose por la opción de incluir tres cargas detonantes en los laterales y parte trasera del casco, que se activarían con una frecuencia luminosa de la pantalla y estallarían al instante en que el jugador muriese en el videojuego.
Aun así, su creador admite no haber probado todavía este sistema. Asegura que no tienen todavía claro cómo hacer que las cargas exploten en el momento correcto, ya que podría darse un fallo en el videojuego y que se emitiese esa frecuencia de luz roja (que pretenden incluir en la pantalla de "Game Over") en cualquier otro momento del desarrollo del juego, provocando la muerte al instante del jugador sin realmente haber sido el instante correcto.
