Este año MasterChef dura más, tiene más concursantes, más pruebas, más eliminaciones, y a juzgar por la opinión mayoritaria de sus telespectadores, tiene también sobredosis de drama.
La audiencia ha criticado la cantidad de duros testimonios de los aspirantes, además de quejarse por el horario del programa. El equipo de Shine Iberia y la radiotelevisión pública prometió a los fieles seguidores del talent show culinario que a partir de este año se acabó trasnochar por ver a los cocineros. Alertaron de que no terminaría a altas horas de la madrugada y que arrancaría en un horario decente, pero tras el estreno de la temporada 11, nada más lejos de la realidad.
Aunque, ciertamente, el primer programa de este lunes, 27 de marzo, empezó al filo de las 22:05 horas, como había programado Televisión Española, la finalización de la emisión se estiró hasta las 1:15 horas de la mañana.
Un horario de cierre que coincide con todas las anteriores temporadas, y la audiencia no ha dudado en quejarse en redes sociales. Es más, el segundo capítulo, que tendrá lugar el martes 28 de marzo, aplazará su comienzo a las 22:30 horas, terminando a la misma hora.
Aparte de esta queja, que ya venía siendo habitual en el espacio de Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo Nágera, muchos seguidores han plasmado el hastío que han sentido al toparse con tantas historias dramáticas con los nuevos aspirantes de esta edición. Algunos lo han comparado con El diario de Patricia y otros, directamente, han bromeado escribiendo conversaciones ficticias, ironizando con que el drama es la llave de acceso al concurso de TVE.
"Hola, ¿Cómo te llamas? Soy adoptado. Ya, pero ¿Tu nombre? Y mis padres son pobres y están en la cárcel", han comentado a modo de meme algunos telespectadores para criticar el exceso de drama y tragedia en las presentaciones de los concursantes, antes, durante y después de obtener el ansiado delantal, entre los 70.000 aspirantes que se han presentado este año.
