¿Es bueno dejar cargando el móvil por la noche? Consejos para cuidar tu batería

Desmintiendo los mitos de la carga de móviles
photo_camera Desmintiendo los mitos de la carga de móviles

Solo el 1 % de los usuarios carga su teléfono móvil cuando se apaga. La mayoría, un 30 %, lo hace cuando el terminal avisa de que tiene la batería baja. Los datos se desprenden de un estudio realizado por la marca tecnológica Oppo, que analiza los hábitos de carga de los usuarios españoles.

Con el paso de los años han ido instalándose mitos entorno a la batería de los teléfonos y cómo optimizarla. Móviles con la carga "viciada" o el temor a dejarlos enchufados toda la noche. 

Las recomendaciones de hace diez años ya no valen, a pesar de que se han quedado en la memoria colectiva. Y todavía son muchos lo usuarios que temen estropear sus terminales. Repasamos las mentiras y verdades sobre cómo cargar un teléfono móvil.

Muchos habrán experimentado el temido efecto memoria. Un fenómeno que significaba que el móvil perdía capacidad de carga si esta no era completa. Conviene hablar de él en pasado porque ha desaparecido. Su existencia tenía sentido con las baterías de níquel-cadmio que empleaban los primeros móviles. Las de ahora están, en su inmensa mayoría, hechas de litio.

Así que el primer mito a desterrar es el de que es necesario cargar un teléfono al completo para preservar la salud de la batería. Más bien al contrario. Varios estudios en los últimos años han apuntado a que lo ideal es mantener la carga entre el 20 y el 80 % de su capacidad. 

Si sobrepasa ese 80%, se degradan las celdas de los iones de la batería. Lo mismo cuando está demasiado bajo. Así que lo más conveniente es mantener el porcentaje siempre en ese rango.

"No dejes el móvil enchufando mientras te vas a dormir". Este es posiblemente uno de los mitos que más tiempo lleva arrastrándose porque se hereda —de nuevo— de los terminales antiguos. Los que han salido al mercado en los últimos años cuentan con lo que se conoce como "optimización de carga". Es decir, mediante inteligencia artificial calculan diariamente cómo debe ser la carga, según los hábitos del usuario.

Por ejemplo, si te levantas a las ocho de la mañana, el teléfono irá regulando el proceso para terminar de cargarse minutos antes. Y más allá de esta función, en general, los terminales no siguen cargando una vez alcanzan el 100 %, sino que el proceso se para automáticamente.

Otra práctica habitual, perder el cargador de nuestro teléfono y comprar otro cualquiera. Todos los fabricantes especifican que el terminal debe cargarse con su cable original. Pero, ¿tiene realmente consecuencias no hacerlo? En general, no es perjudicial utilizar cables no oficiales. Vamos, que no se estropeará el teléfono. Pero hay matices.

Siempre es conveniente que el amperaje y voltaje del cargador y del móvil coincidan. Aunque eso no significa que si utilizamos un cargador potente (es decir, que transporte más energía de la que necesitemos) vaya a "freír" nuestro dispositivo. Ni mucho menos. Los cables se adaptan a lo que demande el terminal al que están enchufados. Eso sí, si es un cargador menos potente, la carga será más lenta.

No hay ningún problema en utilizar el teléfono mientras se carga la batería. Fabricantes como Samsung lo asegura en su página web, pero advierten de algún inconveniente: "Cuando usas tu smartphone mientras está conectado a la corriente, la batería se carga a una velocidad más lenta de lo normal". Lo que sí es recomendable es esperar unos diez minutos a usarlo si el teléfono está en niveles mínimos.

Los móviles tienen temperaturas óptimas a las que deben funcionar, que se especifican normalmente en los manuales de usos. ¿Hasta dónde llegan? Un teléfono puede operar con temperaturas internas de 0 a 45 grados (lo ideal es rondar los 20) y durante la carga puede que la cifra suba hasta los 60.

Y si hay algo a lo que la batería de ion de litio es especialmente sensible es a los cambios de temperaturaEl verano no le sienta muy bien a los dispositivos móviles: el calor puede sobrecalentar las baterías y afectar al rendimiento. Pero lo mismo sucede con el frío.

El dispositivo interpreta esta situación como un gasto de energía, lo que significa que puede descargarse antes de lo esperado. Para volver a cargarlo, eso sí, hay que esperar a que el móvil recupere algo de temperatura antes de enchufarlo a la corriente.

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