¿Cuántas personas se han dedicado a alguna profesión influenciadas por sus padres dejando a un lado sus sueños? O pero aún, verse obligadas a hacer realidad el sueño frustrado de sus padres, dejando así de lado su infancia.
04/04/2014| Lorena Fuentes
Este caso se ha dado en muchas ocasiones incluso en famoso como Jennifer López, Christina Aguilera y Michael Jackson, entre otros. Bien, pues esto es lo que plantea esta película basada en hechos reales. Pone en cuestión el apoyo de los padres, los límites entre la diversión y el sacrificio. Muchos niños pierden su infancia a causa de ello.
Josh Waitzkin es un niño de siete años con una infancia normal al resto de niños de su edad. Pero un día sus padres descubren el don de su hijo Josh en el ajedrez. El padre decide contratar a Bruce Pandolfini, un excampeón del ajedrez para que de clases a su hijo. Ante la forma de juego y resolución en las jugadas ven en él al ‘joven Bobby Fischer’. Pero el problema surge cuando este deporte se convierte en algo más que una diversión y más aún cuando le imponen ser o actuar de una forma que él no es.
Esta historia está basada en hechos reales y basada en la novela que escribió Fred Waitzkin, el padre Josh. Esta aclamada película biográfica es del 1993 escrita y dirigida por Steven Zaillian e interpretada por Max Pomeranc, Joe Mantenga, Joan Allen, Ben Kingley, Laurence Fishbirne, Michael Nierenberg y Robert Stephens.
Esta película hace reflexionar sobre la presión que pueden ejercer los padres sobre sus hijos, con las mejores intenciones. Pero realmente les “destruye” por dentro a estas “pequeñas” personas, pues se ven obligados a sacrificar su infancia. Cuestiona la manera de apoyar a los hijos ante sus pasiones o dones. También intenta reflejar lo competitivo y despiadado que es el mundo de las competiciones de ajedrez profesional.
Esta maravillosa historia trata sobre el amor y el respeto que ha de haber entre padres e hijos de una manera formidable. La evolución de los personajes, a lo largo de la historia, hacen que el final sea realmente enternecedor y emotivo. Un dato que destacaría de este film, es que, Max Pomeranc (Josh Waitzkin en la película) no le llamaba el mundo de la interpretación, pero fue escogido para el film por sus grandes habilidades en el ajedrez. De hecho, estaba en la lista de los 100 mejores ajedrecistas de su edad durante el rodaje de esta película.
