El núcleo de la Tierra es una parte fundamental de la estructura interna de nuestro planeta y está compuesto principalmente de dos elementos: hierro y níquel. Se cree que esta composición está formada en su mayoría por hierro (alrededor del 85%) y níquel (aproximadamente el 10%), con trazas de otros elementos como azufre y oxígeno.
La presión y la temperatura en el núcleo son extremadamente altas, lo que da lugar a estados de materia distintos a los que experimentamos en la superficie de la Tierra.
De acuerdo con un estudio publicado en Science Alert, científicos de Caltech y el Instituto Oceanográfico Woods Hole (WHOI) han detectado niveles muy altos de un isótopo de helio (He), el cual es exclusivo del núcleo terrestre
Los investigadores se basaron en estudios previos que identificaron trazas de helio-3 (He-3), un isótopo de helio especialmente raro en la Tierra, en antiguas coladas de lava.
Las muestras de estudio fueron recolectadas en las islas Baffin, Canadá, e Islandia, en estos, los investigadores descubrieron que la proporción de helio-3 con respecto al helio-4 (el cual es mucho más común de encontrar), era significativamente alta en comparación con cualquier otro lugar de la Tierra: 67 veces mayor que la proporción en la atmósfera.
Este asombroso fenómeno indica que el helio-3 no proviene como un contaminante de la atmósfera, sino de una fuente subterránea, la cual se estima ha estado liberando este gas durante millones de años.
Así mismo, en otro estudio que fue publicado en la prestigiosa revista Nature, otros investigadores han reportado la detección de otros gases nobles (gases que tienen completo su octeto y no son reactivos) como el neón, los cuales existían cuando nuestro planeta se estaba formando, has millones de años atrás.
Si bien esta "fuga de gases" no es peligrosa para la vida en la Tierra, los científicos están pendientes de cualquier cambio en la situación.
