Impacto en el Mundo Comercial
Las monedas se negocian en el mercado de divisas, a veces conocido como mercado forex. Dado que es el mayor mercado financiero del mundo, con trillones de dólares negociados a diario, mucha gente opta por operar en Forex.
Es el más líquido de los mercados del mundo financiero. Además, en el mercado de divisas no existe un mercado central de cambio de monedas. En todos los grandes centros económicos se intercambian las principales divisas, y el mercado forex está abierto las 24 horas del día, cinco días a la semana.
El trading de divisas en el mercado FX implica la compra y venta simultánea de dos monedas. El valor de una moneda (moneda base) se determina comparándola con otra moneda (moneda de contrapartida). El tipo de cambio es el coste de cambiar una moneda por otra. En consecuencia, la demanda y la oferta están estrechamente vinculadas en los mercados de divisas, ya que una persona o empresa que necesita una moneda también debe ofrecer otra, y viceversa.
La demanda inicial de divisas estaba impulsada por la necesidad de los comerciantes de contar con monedas extranjeras para liquidar sus operaciones. Sin embargo, las divisas se compran y venden cada vez más con fines de cobertura, arbitraje, ganancia especulativa y necesidades de comercio e inversión. En consecuencia, los flujos financieros, más que los comerciales, son el principal determinante de los tipos de cambio.
Mucha gente se despreocupa de los tipos de cambio, ya que rara vez necesita hacerlo. El ciudadano medio lleva su vida diaria en su propia moneda. Los tipos de cambio solo son relevantes en casos excepcionales, como los viajes al extranjero, los pagos de importaciones o las remesas al exterior.
El mercado de divisas se divide en dos sectores: el minorista y el institucional. Los pequeños operadores individuales constituyen la mayoría del sector minorista, y este mercado no tiene consecuencias económicas significativas. El mercado institucional, en cambio, tiene algunas consecuencias económicas importantes.
Este sector incluye a todos los grandes actores financieros que dan forma a la economía. Las grandes instituciones se encargan de conceder préstamos y, en consecuencia, repercuten en la economía.
Para prosperar, la economía depende de las fuerzas de oferta y demanda institucionales. Aunque este mercado no tiene un impacto directo en la economía, las implicaciones del comercio en el mercado pueden sentirse.
El comercio de divisas repercute en la economía tanto a corto como a largo plazo. La actividad económica determina la demanda de una determinada moneda, que a su vez afecta al valor de la misma.
La economía crecerá si la moneda tiene una demanda constante debido a un mayor turismo o a un aumento de los ingresos de los artículos producidos. A veces se requieren modificaciones a corto plazo, especialmente cuando la necesidad ha estado latente durante mucho tiempo. Los países que se centran persistentemente en añadir valor a sus productos obtienen buenos ingresos en divisas.
Las elecciones suelen encabezar la lista de acontecimientos que mueven el mercado. Sin embargo, aparte de los acontecimientos geopolíticos, como las elecciones, las estadísticas económicas ordinarias, como el PIB y la balanza comercial, pueden influir considerablemente en el tipo de cambio de un país. Por lo tanto, para ser un buen trader de divisas, primero hay que estudiar cómo afectan los acontecimientos mundiales al mercado de divisas.
Las oscilaciones de las monedas son un resultado inevitable de los tipos de cambio flotantes, que son la norma en la mayoría de las grandes economías.
Los tipos de cambio se ven influidos por varios factores, como los resultados económicos de un país, las expectativas de inflación, los diferenciales de tipos de interés, los flujos de capital, etc. Además, la fortaleza o debilidad de la economía subyacente suele determinar el tipo de cambio de una moneda. Por ello, el valor de una divisa puede fluctuar de un momento a otro.
Los mercados de divisas son realmente mundiales, y más importantes que cualquier otro mercado de valores. Por tanto, al considerar la renta variable y su impacto en los mercados extranjeros, hay que pensar en todo el mundo. En consecuencia, las organizaciones ideales para examinar son las que tienen operaciones internacionales y negocian en múltiples divisas.
El mercado de materias primas también puede ser beneficioso para el mercado de divisas. Pensemos en el petróleo, la materia prima más importante del mundo. El precio global del petróleo está denominado en dólares estadounidenses. Por ejemplo, el coste del petróleo puede aumentar cuando el valor del dólar estadounidense cae en relación con las principales divisas mundiales. Como resultado, el precio del petróleo debe aumentar para igualar el precio que otros países extranjeros pagan en sus monedas nacionales. Aunque otras materias primas mundiales ofrecen una visión comparable, el petróleo es la materia prima más crítica en los mercados de divisas.
La hipótesis fundamental es que cuando un mercado de valores nacional sube, también lo hace la confianza en ese país, lo que provoca una entrada de efectivo de los inversores extranjeros. Esto tiende a aumentar la demanda de la moneda nacional, haciendo que aumente su valor en relación con otras monedas extranjeras. A la inversa, la confianza de los inversores cae cuando el mercado de valores nacional tiene un mal comportamiento, lo que les obliga a convertir sus fondos invertidos en sus propias monedas locales.
Como trader de divisas, pasas mucho tiempo analizando datos fundamentales y técnicos. Pero, ¿has conocido alguna vez a un operador que también se interese por el mercado de valores? ¿Has visto cómo analizan los precios de las acciones? ¿Qué te parece? No se equivocan. Los pares de monedas del mercado de divisas son a veces sensibles a la evolución de las acciones. Los mercados de divisas y de valores son dos mercados financieros distintos. A pesar de ello, pueden mostrar movimientos coordinados, que el observador casual puede pasar por alto.
Sin embargo, algunas correlaciones entre las divisas y las acciones pueden merecer la pena a nivel individual. Por ejemplo, las grandes empresas que cotizan en bolsa con una importante exposición a las divisas pueden ser objetivos adecuados para una estrategia de correlación entre divisas y acciones. Sin embargo, se necesitaría un estudio fundamental y un análisis técnico para respaldar la adopción de dicha correlación en su estrategia de negociación o inversión.
Suele ser conveniente que los operadores busquen correlaciones con varios mercados financieros. Aunque las correlaciones no son el todo y el fin del comercio de divisas, pueden proporcionar una visión de las fluctuaciones de los tipos de cambio. Y afortunadamente para los operadores de divisas activos, estas conexiones pueden predecir eficazmente el comportamiento futuro de los precios. Se trata de una información beneficiosa para realizar selecciones comerciales. Sin embargo, es fundamental reconocer que la correlación no está garantizada y no debe darse por sentada.
