La espera ha acabado. El C.F. Fuenlabrada vuelve a la acción. Hace meses vivimos el final agónico pero satisfactorio de una temporada muy amarga. Ahora, tras muchas novedades (las salidas de Alfredo Sánchez, Mikel Iribas y Rubén Anuarbe, la llegada de Carlos Martínez, la renovación mayoritaria de la plantilla...), la temporada 2023-2024 echa a andar para los azulones. Con incógnitas y sin grandes aspiraciones, pero con la ilusión de siempre.
Las incógnitas son las habituales: saber cómo va a funcionar una plantilla que no hemos visto todavía bajo la presión de la oficialidad. Ya no están los Diego García, Sergio Cubero o Iban Salvador. Ahora hay multitud de caras nuevas, como Juan Durán, Diego Gómez o Ale Galindo. La pretemporada, marcada también por las lesiones (Craninx, Buer, Álvaro Bravo, Álvaro García, David Alba...), no ha sido satisfactoria, con solo una victoria y la mirada puesta en el mercado para terminar de confeccionar una plantilla a la que todavía le falta, por ejemplo, cubrir el lateral derecho.
Diecisiete jugadores, más varios del filial, competirán este domingo contra la Cultural y Deportiva Leonesa. Un rival al que la pretemporada le ha ido mucho mejor. En cantidad, ha jugado hasta siete partidos, por lo que el rodaje será mayor que el de los azulones. Y en calidad, porque ha ganado cinco de esos siete encuentros. Un camino meritorio teniendo en cuenta la profunda renovación de la plantilla que han hecho los leoneses, que apenas mantienen jugadores de la temporada pasada y han incorporado, entre otros muchos, al ex fuenlabreño Aleix Coch.
En este estreno liguero, en el que el Fernando Torres homenajeará en la previa a Mikel Iribas tras dar el paso de retirarse para ocupar la secretaría técnica, el Fuenlabrada tendrá las ausencias confirmadas de Stephen Buer, Craninx y Álvaro García, mientras que jugadores como Álvaro Bravo o David Alba apenas han sumado sus primeros minutos tras recuperarse de sus lesiones. La Cultu llega sin bajas conocidas.
