Urge cambiar la ley electoral

Editorial.-

En un estado democrático y de derecho como el nuestro, los ciudadanos tenemos que decidir con nuestro voto quien gobernará el pais por un periodo de cuatro años. Un derecho que disfrutamos, en muchos casos sin darnos cuenta de la suerte y el privilegio que significa poder ejercerlo.

la-ley-electoral-dhondtAl contrario de lo que muchos piensan, los ciudadanos no designamos directamente el presidente de gobierno, lo que hacemos es votar una lista cerrada de candidatos propuesta por cada partido político, que una vez constituido el Parlamento deciden entre ellos a quién apoyan para investirlo presidente.

Un sistema que hasta ahora ha venido funcionando con cierta normalidad, porque siempre se han dado mayorías amplias que con pequeños pactos con fuerzas minoritarias han solucionado los diferentes gobiernos del Psoe y PP desde la constitución de nuestra actual democracia parlamentaria.

La situación que estamos viviendo estos días es nueva, ya que por primera vez los resultados electorales han configurado un Parlamento tan fragmentado y polarizado, que hace muy dificil la configuración de un gobierno estable y coherente.

Es decir, el actual sistema electoral, además de no dar el mismo valor a un voto emitido en Madrid frente a otro emitido en Barcelona, deja la decisión de nombrar presidente y gobierno a los parlamentarios. No podemos pasar por alto de esta realidad que conlleva la posibilidad de que finalmente el gobierno que salga de una negociación, no sea el surgido de la voluntad ciudadana en las urnas.

Esto es absolutamente cierto y lo estamos viendo estos días con la interpretación que cada uno hace de los resultados electorales. Los socialistas ven una petición de un gobierno de cambio hacia la izquierda y para ello tienen que pactar con los nuevos neocomunistas, independentistas, que cuestionan todo lo conseguido hasta ahora en nuestro pais.

La lectura real de las urnas es que, guste o no, el PP ha sido el ganador de las elecciones sin mayoría absoluta, por lo que debería ser el encargado de formar gobierno y los demás abstenerse para dejar que gobernara en minoría, eso es lo que hemos votado.

Un gobierno en minoría parlamentaria se vería en la necesidad de dialogar y llegar a acuerdos puntuales con el resto de grupos mayoritarios de la Cámara Baja, eso es muy sano y una cura de humildad para los actuales dirigentes políticos.

Lo que no hemos votado los españoles el 20D han sido, los pactos interesados, el "quítate tu para ponerme yo", o un gobierno compuesto por fuerzas tan dispares que solo tienen en común el eslogan de izquierda, pero que su concepción del Estado español no tiene nada en común, ni representan lo que piensan la inmensa mayoría de los españoles.

Por eso es necesario una nueva ley electoral que deje claro en las urnas quién han querido los ciudadanos que sea su nuevo gobierno y por supuesto que otorgue el mismo valor a los votos emitidos en cualquier ciudad o pueblo de nuestro pais, eso es igualdad democrática, lo que tenemos ahora no.

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