Nada más salir de Bankia, cuando la entidad fue intervenida, Rato recaló como consejero en tres gigantes del Ibex-35. Telefónica fue la primera que requirió sus servicios tras el fiasco del banco. En enero de 2013 se incorporó con un sueldo de 100.000 euros anuales como asesor externo en el consejo de la multinacional para Europa y Latinoamérica. Hasta hoy sigue cobrando de Telefónica.
En septiembre de 2013, el exvicepresidente fichó primero por el Banco Santander y luego por La Caixa, a través de su división inmobiliaria Servihabitat, con remuneraciones anuales que también rondaban los 100.000 euros anuales. Cuando empezó a complicarse su situación judicial al ser imputado en el caso Bankia, La Caixa se desvinculó del exdirector general del FMI, en agosto de 2014.
Por su parte, otro chollo se acaba para Rato al ser cesado de su puesto de consejero de Servihabitat, una sociedad participada al 49% por La Caixa, aduciendo "motivos personales" aunque se incorporó como asesor internacional de la división de crédito del fondo Texas Pacific Group, socio de la inmobiliaria Servihabitat, donde estuvo solo unos meses.
El Santander, con la llegada de Ana Patricia Botín, prescindió de sus servicios en noviembre de 2014 al disolver el consejo internacional del que Rato formaba parte. Y ya cuando saltó el escándalo de las tarjetas black, Telefónica "dio" un paso al frente y afirmó que prescindiría de sus servicio. Eso aún no ha sucedido y tras la detención del mismo sigue estando en nómina de Telefónica.
