Ni el líder de Ciudadanos en Andalucía, Juan Marín, ni el PSOE quisieron dar por cerrado nada. Sin embargo, fuentes del comité de pactos poselectorales de Ciudadanos, como ha podido conocer El País, afirmaron que las posiciones están “muy cerca” tanto en Andalucía (con el PSOE) como en Madrid (con el PP de Cristina Cifuentes).
La llave que puede dar a Susana Díaz la investidura es que el partido de Albert Rivera se abstenga si el PSOE firma su acuerdo anticorrupción y el compromiso de pedirle su acta de diputado a Manuel Chaves, el expresidente de la Junta investigado en el caso de los ERE. Marín sí ve que Díaz "parece que está moviendo ficha". El líder de C's en Andalucía asegura que en todo momento está "hablando de investidura. Nosotros vamos a estar en la oposición".
Hasta ahora parecía que Ciudadanos no se planteaba el sí en la investidura. Sin embargo, Marín afirma que "Si esos documentos se firman, prácticamente está asumiendo nuetro programa electoral y limpiando las instituciones. Si es es así y lo firma, nos plantearíamos el sí. Aunque veo complicado un cambio tan radical".
“Si alguna persona que en estos momentos forme parte del Senado o del Congreso continúa en la fase de imputación, evidentemente va a tener que dejar su escaño”, ha afirmado Susana Díaz en un guiño a lo que puede ser esa primera condición para que C's ayude en su investidura.
Los otros partidos de la oposición
Por su parte, Antonio Maíllo, líder de IU Andalucía, ha explicado que, “en función de las propuestas programáticas” y “con mucha garantía de cumplimiento”, podrían abordar “una reflexión del cambio de voto”. “Si no, no habría justificación para abstenerse o apoyarla”, advirtió.
En cuanto a Podemos, Teresa Rodríguez, su número uno, ha mantenido sus dos principales propuestas innegociables: una de ellas es que la Junta de Andalucía no negocie con los bancos que desahucian. Rodríguez destacó que no es una medida irrealizable y que la dirigente de BComú, Ada Colau, ya ha anunciado que la propondrá en el Ayuntamiento de Barcelona; La segunda medida de Podemos es conocer el número de altos cargos y su coste, así como establecer un grupo de trabajo técnico para conocer cuántos puestos directivos son prescindibles o asumibles por los funcionarios.
