Si ayer comenzó el juicio en Valencia por la Gürtel valenciana y sus presuntos regalos e irregularidades en contrataciones de la feria Fitur entre los años 2005 y 2009, hoy ya uno de los máximos implicados, el considerado como el número 2 Pablo Crespo, ha hablado a la salida de la sesión (aunque ayer habló antes de iniciar la primera sesión) y no se ha mordido la lengua,
"Algunos políticos se irán de rositas, que es lo que suele suceder casi siempre", ha comentado Crespo a los medios de comunicación. "El PP se pone de perfil porque este tipo de cosas no le convienen, es un partido político y así responde. Al final verán ustedes que los que acabamos aquí somos los empresarios", ha continuado Crespo. También ha lamentado el sufrimiento "atroz" que le produce este proceso y ha anunciado que su letrado demostrará "con documentos" su inocencia.
Los acusados de este juicio piden que las grabaciones del exedil de Majadahonda José Luis Peñas (que destapó la Gürtel grabando a Correa durante dos años) sean declaradas como nulas por "vulnerar derechos", como ha declarado Correa. La otra línea argumentativa que van sacando los acusados es que toda la trama se trata de un montaje, como ha afirmado Correa desde que el juicio tenía fecha: "Todo ésto es un montaje político que se montó desde el despacho de Rubalcaba, ya sabemos cómo trabaja la UDEF que realiza informes falsos". Crespo encuentra en el "origen" el montaje. El imputado vio que "todo se orquestó para atacar al PP y ahora se ponen de perfil".
Aun así, cuando Crespo ha vuelto a ser preguntado por los periodistas por su acusación a Rubalcaba, ha querido aclarar que cuando se refirió al despacho del exministro socialista quería decir que al final "todo acabó en el despacho de Antonio Camacho, quien fuera secretario de Estado de Seguridad, que fue donde acudió José Luis Peñas con las famosas cintas y algunas cosas más".
La Fiscalía se ha defendido de la acusación de que estamos ante un juicio político y ha contestado negando que sea lo que los acusados alegan debido a que "hay delitos y pruebas suficientes por lo que eso estamos ante un juicio penal".
Dentro de los juzgados
Mientras Crespo habla fuera del banquillo, dentro, en los juzgados, Milagrosa Martínez, -más conocida como La Perla- da cabezadas y mira desesperada el reloj durante el juicio a la vez que su defensa pide aplazar el juicio por seis meses para así estudiar las pruebas. Sin lugar a dudas, ha comenzado uno de los juicios más llamativos e importantes de la última década.
La Fiscalía pide penas de once años de prisión para la exconsellera Milagrosa Martínez, su jefe de gabinete, Rafael Betoret, y el número dos de la trama, Pablo Crespo; de diez años de cárcel para Francisco Correa y Álvaro Pérez 'El Bigotes', y de nueve años de inhabilitación para la exconsellera Angélica Such.
