Madrid lleva a cabo estudios para la recuperación del cultivo de diferentes plantas leguminosas
La Comunidad de Madrid está llevando a cabo un estudio para la recuperación del cultivo de diferentes plantas leguminosas desaparecidas de los campos, como la almorta, la alholva, la algarroba y el garbanzo negro con el fin de ofrecer una alternativa de cultivo sostenible a los agricultores y adelantarse a las consecuencias de los ciclos de sequía.
El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, ha destacado la importancia de la innovación en el ámbito rural para dar soluciones rentables y efectivas al campo, y ha incidido en que “el caso de este proyecto está basado en la recuperación de cultivos olvidados hace más de 50 años y que, se sabe, fijan biodiversidad y nitrógeno al suelo, tan importantes ambos para la supervivencia de la agricultura y nuestro entorno rural”.
El Ejecutivo regional efectúa estos ensayos desde 2020, a través del Instituto de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), en varias parcelas que ocupan 15.000 metros cuadrados de la finca experimental de La Chimenea, en Aranjuez. Este trabajo forma parte del programa GENVCE (Grupo para la Evaluación de Nuevas Variedades de Cultivos Extensivos en España), para conocer su viabilidad en el territorio nacional.
En el caso madrileño, los investigadores están constatando, tras tres temporadas de cosecha y la aplicación de diferentes técnicas de cultivo, la resistencia de estas variedades de leguminosas a las enfermedades, las altas temperaturas de la zona Sur de la región y la falta de agua. Además, de cara a su comercialización, destacan por su alto contenido en proteínas y aminoácidos, lo que las hace idóneas para incluirlas en una dieta más saludable.