"La gente nos pide que arreglemos sus problemas y nos olvidemos del de al lado"

El Bulevar ha recibido esta tarde la visita del portavoz del Partido Popular de Fuenlabrada, Sergio López. Como ya es habitual, en nuestro programa hemos podido ver el lado más personal del fuenlabreño, que incluso se ha emocionado. En su faceta política, ahora presume de ser menos agresivo gracias a un proceso de reflexión, pero sigue teniendo el verbo ágil para defender a su partido y criticar a los "productos mediáticos", Ciudadanos y Podemos.

Sergio López es un hombre al que podemos ver continuamente en su función política. Como oposición en el Ayuntamiento, cualquiera ve que se desempeña con toda vehemencia y compromiso con lo que cree. Lo que no se suele ver es tranquilidad, o una simple sonrisa. Como dice su pareja, Claudia, "se toma todo muy en serio. Cuando está preocupado, pierde la g y pasa a ser Serio".

Y tanto que lo es, sobre todo con lo que tiene que ver con su ciudad. Una Fuenlabrada en la que ha vivido toda su vida, en el barrio de La Avanzada-La Cueva. Es el mayor de tres hermanos y, quizá por eso, siempre ha sido un defensor de todo el mundo. Lo confesaba su padre, Juan Carlos: "Sergio era igual que ahora, no hay diferencia. Siempre ha sido muy serio y responsable, defensor de todo el mundo. Siempre se ha metido en fregadillos".

Y eso no ha cambiado, porque el gran fregado lo asumió cuando dejó su trabajo de vendedor de seguros para meterse en la política local. A su padre le ilusionó y le preocupó a partes iguales, pero le apoyó. Su amigo David confiesa que le pareció un loco cuando se lo contó, pero ahora le llena de orgullo. "Va a conseguir incluso que yo vote al PP" confiesa. "No veas si me cuesta horas de teléfono eso", responde López.

El político, más humano que nunca, sonríe, está tranquilo. Varias cosas le dan equilibrio en su vida: el ciclismo, que usa para divertirse y hablar con sus seres queridos; y su pareja, Claudia. Es con ella con la que, nada más oír su voz, empiezan a aflorar los sentimientos en los ojos de Sergio López. Sí, el duro portavoz del PP también se emociona. Y ríe, y bromea. Incluso dice dominar la termomix. Intuimos que será algo que no comprobaremos nunca.

En la charla también hubo espacio para el debate político. Lo más destacable es su aceptación de que, en su primera legislatura, fueron muy hostiles, lo que valora como un error: "hicimos una reflexión, hablamos y en el pleno de investidura dijimos que íbamos a ser constructivos". Él y su grupo recapacitó a raíz de lo que le decía la gente en las calles de Fuenlabrada, algo simple pero fácil de olvidar. "Lo que la gente nos pide es que arreglemos sus problemas y nos olvidemos del de al lado", afirma. Y desde entonces, se le puede ver mucho por las calles de la ciudad.

A nivel nacional, tiene claro que su partido ha sufrido por dos situaciones: la presencia de "los golfos que han pisado nuestro partido para enriquecerse personalmente" y el "vacío" que han tenido en algunas cuestiones ideológicas como el aborto o el matrimonio homosexual. Para él, es una cuestión que se soluciona con un Congreso en el que se aclaren las ideas. Y aún así, defiende que el PP es quien tiene las cosas más claras.

Sergio López vio, como otros diez millones de personas, el debate a cuatro que se produjo en el día de ayer, y tiene claro quién ganó: "hay un presidente que sabe serlo, y que dejó claro que dirigir un país es algo muy serio. Hay dos productos mediáticos y un tercero, Pedro Sánchez, que no se sabe ni qué quiere para su partido ni para su país".

Por último, comparte la confianza general de la clase política en que tendremos gobierno. "Estoy convencido", dice. No habrá terceras elecciones, entonces. Ojalá tenga razón.

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