La medida ha sido acordada entre la Comunidad de Madrid, la Unidad Militar de Emergencias (UME) y el Ayuntamiento de la capital "ante el aumento progresivo del número de fallecidos y la imposibilidad de las funerarias para poderlos enterrar en el plazo establecido".
Cuando la instalación esté preparada, la Comunidad y la UME se encargarán de desarrollar el procedimiento operativo. Tal y como ha avanzado El Español se trata de una pista de 1.800 metros cuadrados "habitualmente utilizada como recinto de ocio y campeonatos".
Este mismo lunes, el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha anunciado que la funeraria municipal dejará de dar servicio a los fallecidos con COVID-19 debido a la falta de material necesario, sobre todo equipos de protección individual (EPI), para llevar a cabo estas labores.
La empresa municipal de servicios funerarios de Madrid ya regisitró un "gran incremento" en el número de servicios, con hasta 300 más, del 1 al 15 de marzo.