Opinión

¿Cuál será el reto de la banca digital para 2022?

Uno de los sectores más beneficiados por la crisis sanitaria que aún continúa causando estragos económicos en el mundo es, sin duda alguna, el de las empresas tecnológicas. Y más específicamente las denominadas “fintech”, que son las dedicadas a desarrollar nuevas aplicaciones para apoyar al sector financiero.

El año 2022 supone todo un reto. La competencia será aún mayor y solo saldrán aún más victoriosas aquellas organizaciones que respondan a los requerimientos de clientes cada vez más tecnológicos. Esos que descubrieron que ya no había necesidad de dirigirse a una agencia bancaria de manera presencial para realizar todas las operaciones. Que comenzaron a disfrutar de productos y servicios especialmente diseñados para satisfacer sus necesidades sin que mediase el elemento humano en cada una de las operaciones.

Son clientes que demandan mayor seguridad, transparencia, rentabilidad, agilidad y rapidez en sus transacciones. Y allí está la banca digital, apoderándose cada vez más de los espacios que ha ido cediendo la banca tradicional, en razón de las infinitas posibilidades que puede ofrecer a sus usuarios.

Pero las exigencias se incrementan con la aparición de formas más novedosas de ofrecer nuevos servicios. Estos se adaptan y se personalizan de acuerdo con las exigencias. Los retos son infinitos y el potencial es enorme. Se abre un mundo de posibilidades para aquellas instituciones que no se amilanan ante cada reto. Simplemente trabajan y se esfuerzan por ofrecer soluciones rentables y eficientes.

Entonces, ¿qué nos deparará 2022 en materia de productos financieros? Quizás, en ese sentido, la innovación se centrará en cómo ofrecerlos, cómo vender los mismos. Cómo intentar satisfacer los requerimientos de clientes con mayor demanda de soluciones tecnológicas financieras.

La competencia de seguro se centrará en aquellos bancos que puedan seguir adelantándose a los cambios que supone mantenerse a la vanguardia, en constante investigación para desarrollar productos y servicios que se diferencien de los que ya circulan en el mercado.

Uno de los cambios que se avecinan será lo concerniente al manejo de cuentas e instrumentos financieros basados en tecnología blockchain y en billeteras para criptomonedas.

Aunque la banca ha tratado por todos los medios, de mantenerse un tanto al margen de estos temas, también es cierto que la mayoría está calentando motores para hacerse de una mayor clientela, al ofrecer alternativas de inversión en ese sentido. Probablemente solo ha retrasado ese paso debido a la ausencia de legislación en la materia por parte de los bancos centrales y entes supervisores de la actividad bancaria.

Lo cierto es que 2022 será un periodo por demás interesante en el mundo financiero mundial.

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