Enciendes el televisor tratando de ver algo que entretenga de verdad, vas cambiando de canal para encontrar algo que valga la pena, y salen películas actuales (de hace pocos años) que las intentas ver, y a los cinco minutos coges el mando y cambias de sintonía: peleas, atentados, insultos, agresiones sexuales... ¡No das crédito a lo que ves! No puedes aguantar más y siempre acabas en canales temáticos de series antiguas.
¿Cómo es posible que haya productores, directores, guionistas y demás para esta clase de películas actuales que hacen tanto mal a la sociedad? ¿Cómo es posible que los directores de televisión no pongan veto a estos productos tan nefastos, donde solo se ven crímenes, venganzas, odios, asesinatos, sexo bestial y delitos de todo tipo? ¿Por qué no una televisión que enriquezca la vida, la cultura y el bienestar de los espectadores en general?¿Y qué decir de los programas de “tendencia rosa” donde salen a relucir intimidades y vidas personales? Prefiero no clasificarlos.
Efectivamente, esta televisión de hoy está viciada, está vacía de contenido educativo, predomina el “chafardeo” más repelente, es invisible culturalmente, está desfasada en cuanto a ideología de género, es corrupta con la moralidad adyacente del telespectador... Es una televisión que a los televidentes de hace décadas nos asusta, y nos asusta pensando en las generaciones venideras...