Opinión

¿Prada, el Chesterton en lengua española…?

De los artículos que estoy pergeñado sobre el articulismo español, hoy le ha tocado a Juan Manuel Prada, escritor literario y columnista literario. 

Se mira el mundo desde la subjetividad propia, pero al mismo tiempo, tenemos la obligación de intentar percibir la realidad desde la objetividad, al menos, el mayor grado de objetividad-realidad posible. Los discursos de la postverdad o de los relatos o de la historia, me parecen con todo respeto sofística actual, neosofística, y Sócrates-Platón-Aristóteles que tanto la combatieron, de vivir hoy, también lo harían. 

Ante una cuestión equis, pueden existir diez corrientes de opinión, ideas, explicaciones, presuntas demostraciones. Pero no creo, que de esas diez, todas tengan el mismo grado de realidad-verdad o de realidad-error. Algunas, son más ciertas y verdaderas y bondadosas que otras. Es cierto que en las humanidades, la filosofía, las artes, la literatura, teologías, y, en parte en  las ciencias sociales, no se puede demostrar-mostrar todo, a semejanza del método hipotético-deductivo de Galileo, inspirado, lo recuerdo porque se olvida, en la Escuela de Medicina de Padua, según los historiadores de la ciencia. 

Es fácil demostrar la tesis anterior, no todas las ideas-conceptos-enunciados-proposiciones-juicios tienen el mismo grado de realidad-verdad-bondad-belleza-racionalidad-eficiencia-prudencia. Y, y eso lo sabe usted cada día, cientos de veces, pero ahora, ha tocado el baile de la fama de la postverdad subjetiva. Es decir, algo semejante al supermercado de las ideas, usted degusta y come y compra las ideas que le parecen más correctas, a sus intereses, a su subjetividad, a sus fines, a sus pasiones, a sus traumas, a… 

Pero usted hoy, se ha puesto unas gafas posiblemente, usted se ha montado en un vehículo, usted ha enviado un correo electrónico, usted hoy ha realizado mil operaciones, en las cuales interviene multitud de conocimientos teóricos científicos y prácticas tecnológicas, que en parte están preñados de conceptos científicos. Por tanto, usted sin esas realidades de explicación, y, no son diez explicaciones todas válidas subjetivamente, “sino la que es más cierta y más verdadera la que ha hecho posible todos esos artilugios”. Dicen que si el reloj mundial, se retrasase unos segundos, algunos dicen, décimas de segundo todo el sistema industrial y económico del mundo caería en una crisis, con consecuencias impredecibles e imprevisibles e inconcebibles. 

Cuando un niño nace, ya lo decía el gran Edison, que parece ser también tenía sus sombras, no sabe lo que será de él, no se sabe para qué servirá. Contestación que le hizo a una señora, indican, porque le preguntó para que sirviera la bombilla. Pienso que en estos momentos, existen en lengua española, miles de escritores, decenas de miles de escritores. Todavía son como plataneros en flor, han dado muchos, algunas ramas y flores. Pero todavía les queda crecer y madurar, nunca sabemos, si la obra maestra o genial, la escribirán en el último mes de existir en este mundo. La historia, a veces, nos ha otorgado esa demostración. 

Por eso, no entro en las luchas polémicas de los humanos de la cultura. Miro atrás, al siglo de oro, y las dialécticas, algunas muy tristes entre Góngora y Quevedo y Cervantes y Lope de Vega y Calderón y… ¡Y, ahora todos los consideramos figuras geniales en y para todas las lenguas…! Pienso que en el momento presente, puede suceder lo mismo, quién sabe quién o quienes serán o podrían ser los nuevos Cervantes, Góngoras, Calderones… Por esa razón, de todos los escritores y pensadores y articulistas he intentado aprender y aprehender algo. De todos he aprendido algo, algo que debo hacer en el pensar, algo que no debo construir en la redacción o escritura o vivencias... 

Hablamos de libertad de conciencia-expresión-pensamiento-publicación. Pero después, no soportamos, en mayor o menor grado, a otras personas, a otros escritores, que pueden pensar de otro modo. Siempre que estén dentro de los cauces de la legalidad y de la moralidad, de los Derechos Humanos, etc. Pero, si nosotros deseamos-exigimos que nos respeten la libertad de conciencia-pensamiento-culto-ideológica-publicación-expresión. Pienso que el mismo derecho hay que otorgárselo a otros. Y, y a otros es a otros, es decir, a todos, en ese límite tan amplio de la libertad democrática. A mí, me gustaría, también de la libertad dentro de la legalidad vigente, dentro de la moralidad mínima universal. 

No es mi cometido como modesto articulista juzgar a los hombres-mujeres del mundo, solo expresar ideas y datos y conceptos y argumentos. Si existe Dios, que espero-deseo que exista, que Dios los juzgue, y, sino el sentido de la Historia, cuándo todos vayamos durmiendo como los trigales bajo el manto del invierno… 

Pienso que en ese mar, quizás el señor Prada, merece, que ya pronto le otorguen el título, pienso que merecido, del Chesterton español, el Chesterton en lengua española. Espero y deseo, como a todos los escritores, sean de un color o sean de otro, de una bandera o de otra, pues que nos ofrezcan el mayor grado de verdad-bondad-belleza-racionalidad-prudencia en sus frases. 

Necesitamos ciencia, necesitamos filosofía, necesitamos tecnología, pero también, también necesitamos arte y artes, también letras y literatura, y aunque, no se lo crea usted, también necesitamos metafísica y teología. Si es posible la más racional y moral posible. 

No critique usted tanto a Prada, y léalo más, al final hemos nacido en la tierra del gran Ortega, existe también una corriente de pensamiento del perspectivismo racionalista y vitalista. Paz y bien y sentido común. 

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