Opinión

Mil fotografías de la Colección Fotográfica de Alcobendas

La colección de Fotografía de Alcobendas consta de alrededor de mil fotografías de 170 autores seleccionadas por una comisión desde 1985, tanto obras y autores. 

La fotografía más antigua que se conserva es de Niepce de 1826 titulada la Vista desde la ventana en Le Gras. También existe la controversia con la fotografía La mesa puesta que el autor fecha en 1822 y que pone en el pie, “la primera fotografía”. Bien harían las instituciones del ramo realizar exposiciones conmemorativas por los dos siglos de existencia… 

En 1829 Niepce se asoció con Daguerre para colaborar y, éste último perfeccionó el invento. También en esa misma época Hércules Florencia, Bayard, Talbot desarrollaron diversas invenciones para la realización de fotografías. 

Bajo mi modesto entender, una institución internacional de fotografía debería fijar un año de nacimiento, sea 1826 o sea 1822, estaríamos ya a las puertas de los dos siglos. Pienso, que sería un buen momento de grandes y pequeñas exposiciones por el mundo de la fotografía. Que el público mayoritario, que la humanidad, que los siete mil millones de seres humanos fuesen conscientes, que la fotografía ya tiene dos siglos. ¡Dos siglos…! La fotografía tomada como documento público, documento privado-familiar, como arte-estética. 

Sin la fotografía o la invención de ésta, no habría sido posible el cine, y sin la fotografía y el cine, no habría surgido la televisión, y, quizás, tampoco Internet. Es decir, como una muñeca rusa, una ésta dentro de otra. 

Pero la irrupción de la fotografía, fue una causa o condicionante, como quieran indicarlo, aunque ya la pintura y el arte plástico habían empezado a evolucionar, Goya, Turner, Friedrich. La fotografía obligó al arte plástico, debido también a otras razones, la revolución económica industrial, los nuevos coleccionistas, los nuevos gustos estéticos, a que el arte mismo evolucionase. Es decir, los impresionismos tienen su raíz en que la pintura, entre otras razones, quiso separarse de la fotografía. Dicho de otro modo, los autores plásticos fueron conscientes, que tendrían que hacer otra cosa para soportar la competitividad de las imágenes fotográficas. Y, diríamos, es la creación de todas las tendencias, de volver con el color y la forma a la interioridad humana, que la fotografía, al menos, al principio, no podía llegar. 

En la Península Ibérica pueden destacar los siguientes colecciones y fondos, entre otros: Las 700.000 fotos del Instituto del Patrimonio Cultural de España, 16 millones de Fotos de la Fototeca de la Agencia EFE, cincuenta mil imágenes de la Fototeca de Cáceres, La Real Academia Gallega de Bellas Artes con quince mil fotografías. La Hispana que contienen materiales fotográficos y otros tipos de documentos, la Colección Fotográfica de la BNE, el Archivo Municipal de Murcia con su colección de fotografías, Los Fondos Fotográficos de Málaga, el Fondo Fotográfico del Archivo Municipal del Ayuntamiento de Zaragoza, Archivo ABCFoto, etc. 

Esta Colección de Alcobendas, hasta dónde sé, tomada como Arte o la Fotografía como Arte o el Arte Fotográfico, no solo documental intenta indagar como todo arte, ya que aceptamos que la fotografía es un arte plástico más, solo de dos siglos, pero que hereda de todas los demás géneros, planteamientos, estéticos, ideas, desarrollos y, las materializan en su técnica y en sus posibilidades. La fotografía es un género artístico más, de igual profundidad y esencialidad como el dibujo o el grabado o la pintura o la escultura, pero solo con doscientos años… 

Vivimos un tiempo presente, que los sistemas teleinformáticas e Internet y todas las plataformas y todos los sistemas de recepción-emisión, se difunden por todos esos medios, cada día, no solo miles de millones de mensajes de texto, sino miles de millones de imágenes. Es decir, ha cambiado, de alguna manera el sistema de comunicación humana, en muchos sentidos, hemos pasado desde hace cien años, que quizás, un ser humo de promedio podría ver unas decenas de fotografías e imágenes cada mes, ahora que consumismos o recibimos miles cada día, entre todos los medios (televisión, periódicos, digitales, móviles). 

Por lo cual, de alguna manera, podría indicar o pensar, que el sistema de recibir-pensar-sentir-desear está cambiando. Quizás ese equilibrio entre racionalidad-irracionalidad humana, quizás, los nuevos sistemas de recepción-envío de textos, escritos e imágenes y musicales, está cambiando la estructura psiconeurológica individual y colectiva.... 

No sé si somos conscientes, sintetizando la historia de la humanidad, que hemos pasado del diálogo oral, a las distintas fases de la escritura a mano, después la invención de la prensa fija, pasando a los móviles, hasta llegar a la fotografía y la tecnología actual. Ahora, el ser humano, cada día consume, igual cantidad o similar de mensajes orales o escritos o imágenes. 

Es decir, cuando tu nuera te quiere indicar que está degustando un cocido madrileño, no te explica los ingredientes y la forma y el color, sino te envía directamente una fotografía o un video de esa realidad o entidad. No sé, si esto, que seguirá evolucionando producirá cambios neuronales en el cerebro de las nuevas generaciones. Pero son preguntas, siempre he tenido un supermercado de preguntas, que creía con el tiempo resolvería o la sociedad me ofrecería la solución, pero solo ha sido parcial. 

Para terminar, sin que nadie se disguste y se destroce la corbata o se arranque el pelo de la barba, pienso que se necesita, sea por parte de algún museo o colección de fotografía, que tenga a bien, la posibilidad de crear un Archivos o Centros Documentales de Fotografía, en las cuales, cualquier autor, sean considerados de primera o de quinta o décima fila, pudiesen enviar sus curriculum, y unos cientos de fotografías para su conservación para futuras generaciones. 

Hoy, que los sistemas permiten el archivado informático, podría tener un coste económico pequeño, y sería, abrir una posibilidad en la cual entrasen a docenas de miles o cientos de miles con el tiempo, una documentación artística y estética y documental importante para el futuro. Porque, seamos sinceros, quién sabrá y conocerá lo que en el futuro se valorará… ¡¿Quién puede jurar que no existe una Vivian Maier perdida en la Piel de Toro, en algún lugar, y que nadie valora sus carretes, y, con el tiempo están condenados a la desaparición…!? ¡¿Quién es ese “pequeño dios humano” que puede decir que no existe o ha existido en estos lares y estos lores…!? 

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