Opinión

Homenaje a David Gistau

David Gistau Retes, Madrid, 1970-2020, escritor, articulista, periodista, autor de seis libros.

No hay perspectiva de tiempo, para valorar su actividad creativa cultural en forma de libros o de literatura, pero era considerado en el sector como un notable seguidor de los grandes del columnismo español, sea Plá, Ruano, Camba, Umbral, Alcántara, etc., y, para algunos, un día ocuparía o estaría a la misma altura...

Ahora, suponemos que pasará el desierto-purgatorio de los escritores. Es decir, después de las alabanzas y homenajes, cuando la Piel de Toro se tranquilice del virus, supongo que así lo harán las fuerzas vivas madrileña. Supongo.

Espero, que los familiares y el gremio del periodismo de opinión y otros sectores, empiecen a recoger y publicar y editar, todos los artículos que haya hecho públicos, y todos los que hayan quedado en los cajones, además de otras obras inéditas, que todo escritor y todo articulista ha fraguado.

Es, diríamos, una pena, que una persona, que todavía le quedaba mucho recorrido, existencial y vivencial y profesional y familiar, se haya ido o alejado su sombra de esta redondez de esta gruesa bola que da vueltas. Pero, la vida es inconmensurable y el ser humano desconoce tantas cosas.

No es poco, si al menos, no dejamos que se olviden sus escritos. Con dicha trayectoria, estando situado ya en esa salida de gran columnista, le quedaba tiempo, para haber demostrado en los próximos diez o treinta años, quizás haber llegado, un día ser considerado, un nuevo Larra español, o algunas de las grandes figuras que el siglo veinte ha dado en esta tierra, de sal de mar y de tierra ocre de las mesetas.

Algunos, le consideran un cronista social y de la política, algunos le aplican el adjetivo mordaz, otros, el de valiente, es decir, de todavía atreverse a opinar con racionalidad con su libre conciencia y su libre pensamiento. Yo, no soy director de ningún medio de comunicación, ni estoy, ni estaré en ningún equipo de redacción.

Pero, yo he indicado ya algunas veces, que el periodismo, tendrá futuro, entre otras realidades, si contratan a “columnistas y articulistas que demuestren tener libertad de criterio”, se equivoquen o no. No solo los afines a ese medio. Porque eso producirá en dicho instrumento económico y cultural, al mismo tiempo, abrir las posibilidades de distintos lectores, sean virtuales, sean en papel. Recordar cuando Luca de Tena contrató a Azorín, para el ABC, éste le dijo, que él era republicano, y según parece ser, cuenta nuestro autor egregio del 98, le contestó Luca de Tena, “yo contrato a los mejores”.

Pienso-opìno-observo, que el periodismo tendrá más futuro mejor, si cada medio, en la medida que pueda, contrata a las personas, que considere mejores, sean de una ideología o sean de otra. Porque es la forma idónea de libertad de pensamiento y de expresión y de conciencia, y creo, de estímulo para que ese medio continúe y sobreviva.

Es más, pienso, que los grandes medios que aguantarán y soportarán todas las contrariedades y competencias ya existentes, serán aquellos que sean capaces, de además de seguir su línea editorial, entre sus tribunalistas-columnistas-articulistas, tengan de todas las tendencias, incluso personas fijas en sus redacciones o tribunas, con otras líneas de pensamiento. Decía un político español, no citaré su nombre, del siglo veinte y algo del siguiente, que él no leía a los suyos, sus libros, sus artículos, porque ya conocía sus ideas, que eran las suyas, sino que leía, las de los otros, incluso los contrarios.

De ahí, de lo anterior, se deriva, otra consecuencia, llevaré el trigo y el agua y la cebada a mi molino, los periódicos, digitales o mixtos, en papel y online, deberían como los grandes equipos de futbol de este país, que tienen ojeadores, es decir, buscar, en medios de tercera o cuarta o quinta, por esta Celtiberia tan extensa, con mesetas y llanuras y riberas y montañas.

Que busquen, porque quizás, podrían esporádicamente, fichar a otras figuras. Seleccionar, mirar hacia fuera, buscar otras voces, otras perspectivas, otros nombres, quizás ya con experiencia, quizás a medias, quizás llevando años existiendo bajo este sol de justicia y, quizás de poca equidad que es esta tierra y aire. Quizás, ya con muchos años, podrían tener otras perspectivas y dimensiones al hecho social, al público, al antropológico, al psicológico…

¡Es más, si le diésemos a una tecla, podríamos conocer cuantas panaderías existen en España, cuántos médicos, pero a que nadie sabe cuántos articulistas, profesionales o no, es decir, que tienen un sueldo o no, por ese trabajo, existen en la Sepharad-Hispania-Iberia…!

Gistau, que tenía cuatro hijos, había declarado, unas semanas antes, que tenía miedo que sus hijos se quedasen sin padre, dicho de forma más poética, ya que él, a los quince años le sucedió esa realidad. Por tanto, arrastraba esa herida profunda. Lamentablemente, ese temor-herida-trauma, se ha vuelto a repetir en él, no “podrá seguir el viaje existencial de sus hijos, un largo tramo”, cómo él indicó, parafraseándolo.

Me comentan, personas cercanas a mí, que no debo solo escribir sobre los fallecidos, sino también de los vivos, y siempre les indico, que con los que todavía toman aire y pisan la tierra, se “puede entender como adulación o que quiero, utilizarlos para que se fijen en mí, y me abran puertas”.

Por eso, quizás, antes no haya escrito un modesto artículo sobre Gistau, y otros sobre dos o tres docenas de articulistas, que todavía existen y que desgastan energía en forma de alimentos. Paz eterna para Gistau, y aquí, mi pequeño homenaje a él, y a sus pequeños hijos y esposa, que no conozco. ¡Quizás, pueda un día, a esos cinco seres que se quedan huérfanos de padre o de esposo, este pequeño artículo, les pueda consolar en algo…!

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